Opinión
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Infancia y Sociedad

Manual para ser niño

S

ólo a un personaje como Gabriel García Márquez se le pudo ocurrir escribir un Manual para ser niño. José Martí, Gabriela Mistral y el Premio Nobel colombiano han sido los únicos intelectuales y poetas latinoamericanos de gran talla, que se dieron tiempo para reflexionar y hacer público su compromiso con los niños.

Siempre me pregunto por qué los intelectuales, los ideólogos de izquierda, los partidos políticos y hasta las feministas más cultas, desdeñan los temas de la infancia como si no fueran algo serio, trascendente y digno de su inteligencia.

El Manual para Ser Niño de Gabriel García Márquez inicia así: Aspiro a que estas reflexiones sean un manual para que los niños se atrevan a defenderse de los adultos en el aprendizaje de las artes y las letras. El escritor invita a padres y maestros a reflexionar sobre la educación artística en la escuela y hace propuestas inteligentes y originales basadas en su intuición y su experiencia, para que se detecte temprano la vocación y el talento específico de cada niño, en vez de imponerles caminos y oficios en los que se pierda su genio. Así, don Gabo parece dar un brillante grito de amor: ¡no desperdicien más a los niños¡

El manual curiosamente está dirigido a los padres porque son ellos quiénes deben estar preparados para valorar y orientar el talento de sus hijos. Los niños de por sí no cuestionan sus capacidades, como bien dice el educador británico Ken Robinson: Todo niño es un artista porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse. Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.

Las artes como herramientas educativas y la belleza como valor deben ser protagónicos en los sistemas educativos de hoy para enfrentar los horrores del mundo. La mayoría de los gobiernos y de los padres ignoran que el arte y la belleza pueden ayudar más y mejor al niño a enfrentar y cambiar el mundo que las computadoras y el dominio del inglés. Así lo expresa también García Márquez en su peculiar manual:

“Creo que se nace escritor, pintor o músico. En este sentido soy un platónico: aprender es recordar. Esto quiere decir que cuando un niño llega a la escuela primaria puede ir ya dispuesto naturalmente a esos aprendizajes, aunque todavía no lo sepa. Y tal vez no lo sepa nunca; pero su destino puede ser mejor si alguien le ayuda a descubrirlo…Creo con una seriedad absoluta que hacer siempre lo que a uno le gusta es la fórmula magistral para una vida larga y feliz”.

Voto por un país en el que los únicos privilegiados sean los niños y los jóvenes.