Sociedad y Justicia
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Sus fórmulas se usan en EU y más de 20 países de África y Medio Oriente

Alejandro Alagón Cano, el investigador mexicano que se expone por los antídotos

Los alacranes lo han picado dos veces; la segunda ocasión resulto casi mortal

 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2018, p. 30

Su interés por la naturaleza y la ciencia empezó cuando de niño vivía con su familia en un rancho veracruzano y un señor le contó cuando una serpiente nauyaca lo mordió y cómo el veneno lo tuvo al borde de la muerte, pero sólo destruyó algunos músculos. Hoy, Alejandro Alagón Cano se dedica al desarrollo y mejoramiento de antivenenos en los laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución que a principios de este mes lo nombró investigador emérito.

Los antivenenos desarrollados por Alagón Cano (Distrito Federal, 1954) se usan en Estados Unidos y cerca de 20 países de África y Medio Oriente han hecho que México sea líder mundial en su producción, de acuerdo con la UNAM.

La inspiración viene desde sus padres

El académico del Instituto de Biotecnología e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III cuenta en entrevista que sus padres María del Rosario Cano Barba y Baltazar Alagón Río no hicieron estudios universitarios, pero siempre le inspiraron el gusto por aprender.

“Mi madre nos leía por las noches libros como Cazadores de microbios –de Paul de Kruif–, son biografías de científicos que descubrieron muchos de los organismos patógenos que conocemos”, recuerda. Su padre, español exiliado, le hablaba de Santiago Ramón y Cajal –premio Nobel de Medicina en 1906–, a quien Alagón padre conoció en su niñez. Alagón Cano recuerda que su papá le obsequió tres libros escritos por el científico ibérico.

Aunque quizás su interés por la naturaleza nació de un libro menos especializado. Tendría yo seis años y un día, juntando mis domingos, compré un libro de estampas de Walt Disney, y en él estaba el monstruo de Gila, que era el animal más bonito que había visto hasta ese entonces. Y decía ahí que era el único saurio venenoso del mundo. Esto me marcó tanto que que mi tesis de doctorado la hice caracterizando el veneno de un primo hermano del monstruo de Gila, el monstruo de cuentas, que vive exclusivamente en México.

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Manipular animales ponzoñosos, todo un reto para mejorar los antídotos existentesFoto Marco Peláez

Alagón Cano hizo sus estudios de licenciatura, maestría y doctorado en la Facultad de Medicina, en la universidad conoció al Lourival Possani Postay –científico brasileño y también Investigador emérito de la UNAM–, quien lo introdujo en la indagación de los venenos y sus antídotos.

Tras una estancia en la Rockefeller University de Nueva York, ha laborado como investigador en la UNAM, donde ha desarrollado sustancias como el Anascorp, un antiveneno para escorpión que se convirtió en el primer producto latinoamericano en ser aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Sus numerosas aportaciones incluyen el desarrollo de antivenenos para especies como la viuda negra, la serpientes de coral o la araña violinista. Algunas de las áreas que investiga hoy es cómo el sistema linfático participa en la absorción y distribución de los venenos en los pacientes o cómo los venenos de las víboras varían en su composición entre ejemplares de la misma especie.

A Alagón Cano lo han picado dos veces en su vida animales venenosos. En ambos casos fueron alacranes, una de las especies que más abunda en México, por lo que el científico ha mejorado los antídotos existentes. La primera vez fue en el laboratorio, cuando estaba ordeñándoles el veneno. La segunda ocasión fue cuando hacía jardinería en su casa, en Cuernavaca. Ahí sí me puse súper mal. A la media hora tenía problemas para articular las palabras, empecé a vomitar y me costaba trabajo respirar. Fue muy angustiante. Usé el antiveneno. Pensaba: me la paso hablando de piquetes y venenos y ahora sé lo que se siente.

Explica que todas las picaduras de animales venenosos son una urgencia médica. La gente que cree que los alacranes no le hacen nada porque ya la picaron alguna vez y no tuvo síntomas graves, debe saber que esos animales dan piquetes de advertencia y no usar grandes dosis de veneno, pero otro piquete o mordedura puede ser mortal.