Sociedad y Justicia
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Desde abril de 2016, constructora realiza trabajos intermitentes en el terreno

Invaden predio del CCH Oriente para edificar centro comercial

Autoridades capitalinas informaron en ese año que las escrituras de la empresa son apócrifas

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Este diario pudo comprobar que hay trabajadores dentro del terreno contiguo al CCH Oriente. Según testimonio de universitarios, no hay permiso alguno de construcciónFoto Carlos Ramos Mamahua
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El proyecto de desarrollo comercial incluye dos niveles, 134 lugares de estacionamiento, restaurantes y una veintena de locales en 3 mil 800 metros cuadrados de construcciónFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2018, p. 29

Junto al plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se construye una plaza comercial. Tendrá 3 mil 800 metros cuadrados de construcción, dos niveles, 134 lugares de estacionamiento, restaurantes y una veintena de locales. El problema es que se levanta en terrenos que la máxima casa de estudios reclama como suyos.

En el número 2145 de Periférico Oriente (avenida Canal de San Juan), en la delegación Iztapalapa, se encuentra un predio de 6 mil 900 metros cuadrados, tapiado con madera, que colinda con el CCH Oriente. En abril de 2016 una constructora comenzó ahí la cimentación del centro comercial.

Profesores y alumnos del CCH relatan que al ver los trabajos, la dirección del plantel y la administración universitaria solicitaron a la delegación Iztapalapa que les informara sobre lo que se pretendía edificar en ese lugar. En octubre de aquel año se celebraron una serie de encuentros entre funcionarios de la universidad, de la delegación y del gobierno de la Ciudad de México, en los que se discutió sobre la obra y la propiedad del terreno, que fue otorgado a la UNAM en 2011 por las autoridades capitalinas para que ahí se instalara un invernadero.

Académicos y empleados del CCH que participaron en esos encuentros, como los profesores Odilón González, Hipólito Díaz y Héctor Álvarez, y el trabajador Rodolfo Gaspar, señalan a este diario que al término de esos diálogos las autoridades capitalinas resolvieron que los supuestos propietarios del terreno tenían escrituras apócrifas.

Luego de esto, a la empresa se le revocó el permiso de construcción y la obra fue clausurada en febrero de 2017.

Sin manifestación de construcción

De acuerdo con una resolución administrativa de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México fechada en mayo de 2017, inspectores de la dependencia visitaron el predio en marzo de ese año y verificaron que fueron rotos los sellos de suspensión y clausura de la obra. En el documento se indica que la edificación no cuenta con registro de manifestación de construcción.

Las obras han sido clausuradas y reiniciadas intermitentemente de ese entonces a la fecha, de acuerdo con académicos y alumnos del plantel. La última vez fue el 28 de enero pasado, cuando nuevamente ingresó personal de una constructora al predio y retomó los trabajos; sin embargo, de acuerdo con universitarios, no hay permisos para ello.

En un recorrido por el CCH, este diario pudo comprobar que hay trabajadores dentro del terreno mencionado. Se escucha maquinaria y se observan vigas de acero que sobresalen de las bardas y vallas que rodean el predio.

Fuentes de la universidad confirmaron a La Jornada que la institución es legal poseedora de las escrituras del terreno y que tiene en marcha un litigio para recuperarlo.

Para los profesores y estudiantes del CCH se trata de un robo a la institución. Hasta que llegó la constructora, ese predio había estado en posesión del colegio. Gaspar recuerda incluso cuando entre 1994 y 1995 participó en la colocación de una malla ciclónica alrededor del terreno, que fue pagada por el CCH.

Miembros de la comunidad del plantel han solicitado al rector Enrique Graue Wiechers que haga público el número de la escritura que avala la propiedad del terreno.

Hacemos responsables a la delegación Iztapalapa de lo que está pasando. No han hecho nada para clausurar en definitiva la obra, indican los académicos, que piden que se suspenda la obra antes de que se consume esta ilegalidad.