La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez, calificó de gravísimo que la gente haga justicia por propia mano ante el incremento de la inseguridad.

Consideró que cuando la gente se arma, se organiza para tomar justicia es porque existe una omisión de la autoridad, y lo primero que debemos ver es que la gente está haciendo eso porque ha solicitado ayuda y no la recibe.

El Estado no está cumpliendo con su tarea; su sistema de protección ha fallado y es una llamada de atención que debe atenderse, porque los niveles de inseguridad que se están viendo son altísimos.

La ombudsman señaló en entrevista que el miedo ha llevado a la gente a invadir el espacio público con la colocación de rejas ante el miedo de ser víctima de algún delito, lo cual ha derivado en la presentación de quejas ante el organismo.

Al preguntarle sobre la instalación de mantas en colonias populares donde amenazan al delincuente con agredirlo o matarlo de agarrarlo cometiendo un ilícito, consideró que ello se ha dado porque la gente se encuentra desprotegida.

Cuando eso sucede te debe llamar la atención de que algo está pasando; no estás teniendo lo que el Estado por obligación primaria tiene, que es protegernos, afirmó.

Al respecto, vecinos de las delegaciones Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza comentaron que la ineptitud y omisión de las autoridades a acabar con la delincuencia ha llevado a crear su propio sistema de vigilancia.

Contamos con una agenda telefónica de los vecinos para llamarnos de detectar algo sospechoso, silbatos y, en algunos casos, cámaras de vigilancia particulares. Si vemos a alguien robando un carro, una persona o negocio, vamos contra él, comentaron.

Los riesgos son muchos, porque hasta la cárcel podemos llegar, pero no tenemos de otra para proteger a nuestra familia y patrimonio, señalaron algunos vecinos, quienes pidieron el anonimato para evitar represalias.

Por ello, demandaron a las autoridades mayor vigilancia e iluminación a las salidas de las estaciones del Metro de la línea 5, 4 y B, así como en sus alrededores, pues ahí se cometen muchos robos, que quedan impunes.