Mexicali, BC.

El muro de Donald Trump es un proyecto lleno de paradojas y su construcción es un discurso antimigrante hacia sus electores, el cual tendrá mayor impacto en las elecciones de noviembre próximo y en la integración del presupuesto de Estados Unidos a aplicarse a partir del primero de octubre, señalaron especialistas en el foro La política y la cooperación de seguridad fronteriza con Estados Unidos: perspectivas del muro organizado por El Colegio de la Frontera Norte (Colef).

Entre la visita de Trump a Otay Mesa, San Diego, donde se yerguen los ocho prototipos de muros diseñados para la frontera con México, y el anuncio presidencial de trabajar a partir de este lunes en un presupuesto a corto plazo para reparar las vallas existentes, se realizó el foro moderado por José María Ramos, director general de Vinculación Institucional del Colef.

Raúl Benítez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostuvo que el tema del muro es una historia de paradojas, porque el trasiego de drogas hacia Estados Unidos se da por aire o las entradas comerciales, donde sólo se inspecciona uno por ciento de los contenedores que entran al país. Agregó que un muro propiciaría la construcción de túneles en la frontera, lo cual lo convertiría en un gasto sin sentido.

Gerardo Rodríguez, investigador de la Universidad de las Américas, señaló que el muro no es una prioridad para el Congreso estadunidense, ya que tiene problemas, como la misma aprobación del presupuesto, los altos índices de adicción de opioides y los tiroteos cada vez más frecuentes.

De su lado, Héctor Sánchez, especialista en seguridad nacional sostuvo que la construcción del muro no es la solución para el problema de adicciones de Estados Unidos. Añadió que la criminalización de migrantes y mexicanos en el proceso electoral del país vecino ha creado un discurso disruptivo por el cual se persigue a las minorías.