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Panistas, entre pugnas internas y el lastre de Ricardo Anaya

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a elección de senadores será la más atractiva para los votantes en Baja California, pues no se renovarán gubernatura ni alcaldías (eso será el próximo año). Pero también porque dos candidatos al Senado, Jaime Bonilla y Jorge Ramos, se perfilan como aspirantes de sus respectivos partidos a la gubernatura el próximo año, y el proceso que se avecina será un buen termómetro para ellos.

Con 30 años pintado de azul, el estado es considerado un bastión panista. Sin embargo, el panismo se acerca dividido a la elección de julio. Las primeras muestras se dieron cuando los ex gobernadores José Guadaupe Osuna Millán y Alejandro González Alcocer desafiaron a la nomenklatura de su partido y apoyaron públicamente a Margarita Zavala, quien ya aseguró su aparición en las boletas.

La otra fractura se hizo evidente cuando, tras una fallida negociación, el diputado federal con licencia Jorge Ramos Hernández fue desplazado al segundo lugar en la búsqueda de escaños. Si Acción Nacional viviera un buen momento, esto podría ser irrelevante para Ramos, porque el partido que obtiene más votos coloca en la cámara alta a sus dos fórmulas, pero la primera minoría (el partido que consiga la segunda mayor votación), sólo a quien esté en la primera.

La encuesta que realiza la empresa Massive Caller en Baja California colocó la semana pasada a la coalición Juntos Haremos Historia, con Jaime Bonilla a la cabeza, como la fórmula con mayor intención de votos al Senado, superando a Gina Cruz y a Jorge Ramos por dos puntos. Son sólo dos puntos, pero si es cierto que el candidato presidencial Ricardo Anaya está jalando hacia abajo a los candidatos panistas, puede ser que Ramos se quede sin plataforma desde la cual hacer precampaña para ser gobernador el próximo año.

Si se considera además que la ruptura local es tan grave que el gobernador prefirió no colocar a su esposa, Brenda Ruacho, como suplente de Gina Cruz con tal de no ayudar a Ramos, la situación se ve complicada. Si Ruacho apareciera en la boleta, su esposo habría tenido que trabajar por el conjunto de aspirantes al Senado, y dicen que no le apetece.