Ecatepec, Méx.

Productores de fuegos artificiales procedentes de diversos países consideraron que no se debe satanizar la actividad pirotécnica por los percances que propicia, si bien es necesario implementar mayores medidas de seguridad y encaminarse hacia su manejo responsable, legal y seguro.

Este lunes, durante el primer Congreso Latinoamericano de Pirotécnicos que se llevó a cabo en Ecatepec, en el cual participaron 250 artesanos de México y de países como Colombia, Costa Rica, Rumania, Perú, Argentina, Brasil, España e Italia, se abordaron temas de seguridad en montajes y espectáculos, el uso de insumos químicos y se mostraron avances tecnológicos como el uso de sistemas computarizados.

Derek Isaac Cancino Aguilar, titular del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, aseguró que gran parte de los accidentes resultan de ejercer la actividad de manera irregular. Señaló que en el estado de México durante 2017 se registraron 21 percances en nueve municipios, que dejaron 21 muertos y 71 lesionados, la mayor parte en Tultepec.

Consideró que en México se debe generar una cultura de prevención. Ahí influyen en gran parte los padres de familia, porque la pirotecnia no es un juguete, no se debe de dejar el manejo a los niños. aunque sería una mentira decir que los accidentes se reducirán al cien por ciento, se busca que se disminuyan al mínimo posible.

Además, invitó a los pirotécnicos que operan de manera irregular a que pierdan el miedo y se regularicen, porque así recibirán facilidades y capacitación para que realicen su actividad de manera responsable.

Cancino Aguilar señaló que en el estado de México se produce 60 por ciento de la pirotecnia del país, y 140 mil familias viven de ella, en 72 municipios, quienes generan un impacto económico anual de 7 mil 700 millones de pesos.

Carlos Andrés Carbajal, presidente de la Federación de Pirotécnicos de Colombia, dijo, en tanto, que los artesanos deben aprender mucho; utilizar mezclas químicas seguras y estables que no impliquen riesgos mayores para usuarios, fabricantes, distribuidores, comercializadores y transportistas.

Recomendó, además, desarrollar en México una legislación que precise las categorías de los productos que se ofrecen, porque nunca será lo mismo montar un gran espectáculo pirotécnico, que implica desarrollo tecnológico, a usar una luz de bengala.