Sociedad y Justicia
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Cerca de 150 brigadistas vigilaban la montaña ante apatía de las autoridades

Indígenas de Milpa Alta capturaron en flagrancia a tres talamontes en Zoquiac

No se necesitan megaoperativos del gobierno, dice Julián Flores, líder de Bienes Comunales

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La madera todavía lloraba trementina cuando fue entregada para su resguardo en el Ministerio Público de Villa Milpa AltaFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de febrero de 2018, p. 37

En la madrugada del miércoles, en un operativo comunitario en el paraje montañoso Zoquiac de la comunidad de Milpa Alta, los indígenas capturaron a tres talamontes en flagrancia. El operativo fue coordinado por la Representación General de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos y las brigadas comunitarias de conservación y vigilancia ambiental, quienes estuvieron en guardia desde la noche del 30 de enero, informaron los labriegos.

De acuerdo con uno de los brigadistas, es un triunfo de la comunidad, pues demostró que no se necesitan megaoperativos con autoridades que no sirven para nada; si la comunidad se organiza, lo logra. Julián Flores Aguilar, representante general de Bienes Comunales, declaró: La comunidad ha demostrado que tiene capacidad para resolver sus problemas siempre que caminemos unidos y organizados.

Dos de los detenidos son de origen michoacano y uno más, de Santa Ana Tlacotenco, en la delegación Milpa Alta; uno más se dio a la fuga. La noche del 30, ante la alerta de la brigada Vigilancia Comunal Tecuani, se reunieron catorce de la veintena de brigadas de conservación que vigilan de manera continua y autónoma los territorios de los nueve pueblos milpaltenses con la determinación de detener a los saqueadores.

En Zoquiac, a la una de la mañana, cerca de 150 brigadistas comunitarios interceptaron una camioneta que transportaba 9.6 metros cúbicos de madera verde en rollo; árboles de 80 años que aún lloraban trementina.

Los detenidos fueron trasladados al Ministerio Público (MP) en Villa Milpa Alta. Las propias autoridades ministeriales pidieron a la autoridad comunal y a los brigadistas que trasladaran a los talamontes a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX). Los indígenas expresan que, ante la negativa del MP de levantar ahí mismo el acta y tomar la declaración de los detenidos, brigadistas y comuneros exigieron que se iniciara el procedimiento penal y permanecieron vigilantes en las afueras del MP hasta las 9 de la mañana. Finalmente, tras rendir su declaración, los detenidos fueron trasladados a la PGJCDMX por la autoridad ministerial. La camioneta con los rollos de madera quedó asegurada en el MP de San Antonio Tecómitl.

El problema de la tala clandestina data de marzo de 2016, cuando fuertes vientos en la zona boscosa afectaron unos 13 mil metros cúbicos de material forestal. En agosto de 2016 la representación de bienes comunales solicitó a la Comisión Nacional Forestal y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales el retiro de los árboles derribados. Ambas instituciones mostraron apatía, generando que grupos de comuneros de Santa Ana Tlacotenco y San Pablo Oztotepec, comenzaran a retirar de manera furtiva el material derribado, lo cual pronto derivó en tala clandestina de árboles vivos, refieren los comuneros.

Las brigadas y la representación general levantaron una denuncia que obligó a la realización de dos llamativos operativos coordinados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en mayo y julio de 2017. Casi enseguida los aserraderos clandestinos volvieron a operar y continuó la tala ilegal.

Durante 2017 las brigadas y la representación comunal continuaron exigiendo a las autoridades detener la tala. En octubre la brigadas elaboraron un ‘Plan comunitario de combate a los delitos ambientales’ que contempla acciones de las brigadas, los comuneros y su gendarmería. Pese a las exigencias, las autoridades ambientales no actuaron de inmediato, por lo cual las brigadas y los comuneros de Milpa Alta comenzaron a organizarse para actuar en consecuencia.

En enero todas las brigadas de conservación y vigilancia acordaron enfrentar el problema de manera comunitaria. Hoy quedó demostrado, concluyen, que solamente los pueblos originarios pueden, mediante la búsqueda de consensos, la unión y la organización, frenar los problemas que enfrentan ante la apatía de los tres niveles de gobierno.