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Heroísmo involuntario
E

l cine estadunidense suele desahogar los traumas de la nación, agitando banderas y lamiéndose sus heridas. Eso se canaliza usualmente a través de películas que se quieren edificantes, mismas que me provocan harta roña porque están supeditadas a una agenda sentimental, con frecuencia asociada al chantaje emocional. Por ello, me acerqué a Más fuerte que el destino, del estadunidense David Gordon Green, con toda la reticencia del mundo.

Según se sabe, es un melodrama construido alrededor de la figura de Jeff Bauman (Jake Gyllenhaal), un joven que acudió como espectador a la maratón celebrada en Boston el día 15 de abril de 2013, cuando un par de terroristas islámicas detonaron sendas bombas contra los participantes. Bauman fue uno de los heridos, a quien tuvieron que amputar ambas piernas por encima de las rodillas. La lenta recuperación de esa víctima emblemática del terrorismo sería materia prima para un telefilme de los que se exhiben en el canal Lifetime. (Incluso ya existe una reconstrucción patriotera de los hechos en Día del atentado, de Peter Berg, de 2016).

Por suerte, Green y el guionista John Pollono, adaptando el libro autobiográfico del propio Bauman, han decidido irse por otro camino diferente al de la sensiblería. La caracterización del protagonista comienza por aceptar que se trata de un hombre común y corriente, un em-pleado de Costco no especialmente brillante, empeñado en reconquistar a su novia Erin (Tatiana Maslany), quien se siente obligada a volver a su lado y cuidarlo después del atentado. Bauman es el primero en no comprender por qué la gente lo trata como héroe. “Sólo estuve parado en un sitio–afirma en un diálogo—y me volaron ambas piernas”.

Su renuencia a ser tratado como un símbolo de la fortaleza bostoniana lo lleva a sufrir una crisis cuando es llevado a un partido de hockey, para manifestar su apoyo a un equipo. O a rehusarse a ser entrevistado por Oprah Winfrey, que en Estados Unidos es como negarse a la presencia de Dios.

Como ha sucedido en varias películas situadas en esa ciudad tan conocida por su orgullo patriotero y su fervor por los Red Sox, los familiares de clase obrera son descritos como unos nacos gringos, propensos a un comportamiento tosco y tan básico como emborracharse todos los días. Así, la madre de Bauman, Patty (Miranda Richardson) es una alcohólica insensible al dilema de su hijo. Es sólo Erin quien trata de rescatar a su muy vulnerable pareja.

Tratándose de un director tan desigual como Green, susceptible de hacer cosas tan fallidas como Una loca aventura medieval (2011) o Experta en crisis (2015), sorprenden la mesura y honestidad con la que retrata la difícil vida cotidiana de su personaje, aun en sus momentos más íntimos, cuando trata de defecar en un excusado o tener relaciones sexuales con su novia. La estrategia del director es elocuente en la escena en que a Bauman le retiran por primera vez los vendajes de sus muñones. La cámara se mantiene afocada en los perfiles de Jeff y Erin, que se miran a los ojos, mientras al fondo, fuera de foco, los médicos proceden a la dolorosa operación.

Central a la convicción de Más fuerte que el destino (un título melodramático en exceso) es el desempeño de actores tan dotados como Gyllenhaal, Maslany y Richarson. Ahora que estamos en la temporada de los premios es típico de los chayoteros que otorgan los Globos de Oro, por ejemplo, que no se hayan fijado en esas interpretaciones, pues son demasiado sutiles para quienes buscan grandes despliegues histriónicos.

Un producto hollywoodense de esa naturaleza no podría terminar en una nota amarga o desencantada, por lo que los últimos 20 minutos se dedican a la redención de Bauman, después de haber tocado fondo. Habla en favor de la película que esos sentimientos positivos –y sí, edificantes—se sientan ganados y no impuestos de manera artificial.

Más fuerte que el destino

(Stronger)

D: David Gordon Green/ G: John Pollono, basado en el libro homónimo de Jeff Bauman y Bret Witter/ F. en C: Sean Bobbitt/ M: Michael Brook/ Ed: Dylan Tichenor/ Con: Jake Gyllenhaal, Tatiana Maslany, Miranda Richardson, Clancy Brown, Frankie Shaw/ P: Bold Films, Lionsgate, Mandeville Films, Nine Stories Productions. EU, 2017.

Twitter: @walyder