Szolnok, Hungría. Los policías húngaros recibieron con antelación su regalo de Navidad: Robi, un pequeño robot de 40 centímetros, ideal para hablar sobre temas de seguridad con los menores y los ancianos. Hola niños, dice Robi a los estudiantes de una escuela primaria de Szolnok, localidad ubicada a 100 kilómetros de Budapest. Hay cosas a las cuales uno tiene que prestar atención cuando usa Internet, agrega, agitando su brazo para reafirmar la frase, apostado desde un escritorio. Pese a su vocecita, cautiva a los alumnos. Es una nueva forma de comunicar que retiene más su atención, explicó Csaba Erdos, un agente a cargo de las acciones pedagógicas. Robi está destinado al cantón de Jasz-Nagykun-Szolnok desde hace algunos meses y podría recibir refuerzos de otros robots en el futuro, los cuales están desplegados en otras comisarías del país, contó Erdos. El policía de 38 años y su robot se han convertido en compañeros inseparables para dar charlas en escuelas y en asilos sobre temas como seguridad vial, ciberseguridad y prevención de los robos.