Política
Ver día anteriorLunes 27 de noviembre de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Nosotros ya no somos los mismos

La valentonada de don Ildefonso

Política con generosidad

Las amenazas de Fox

C

ualquier forma de reiniciar la columneta, si no es con una sincera y sentida disculpa, resulta una verdadera majadería. Yo debí anunciar mi temporal ausencia en la última semana de aparición pero, como no era nada seguro (ni la fecha de retiro ni el regreso), no quise provocar una alarma innecesaria entre la multitud.

Lo que sí reconozco es mi profundo desencanto: yo, pese a mi antiguo voto de humildad, estuve seguro de que mi no explicada ausencia iba a cimbrar a un amplio sector social y, sin embargo, creo que exageré: si bien he recibido dos o tres mil exigencias de aclaración sobre esta ausencia no previamente anunciada, no hubo mayores tumultos en las puertas del periódico. Es más, algunos amigos que cada lunes me acusan recibo de la columneta y me envían un saludo, ahora lo hicieron en automático, o séase, ni cuenta se dieron de mi ausencia. Entendí la lección.

Aunque mucha agua ha pasado en estas tres semanas por abajo y por arriba de las columnetas, retomemos el cauce. Estábamos empeñados en encontrar algunas (no todas, aspiración imposible) declaraciones de funcionarios públicos, representantes populares, empresarios y comunicadores sobre los temas del momento y algunos con especial carga histórica, que se distinguían por su equívoca apreciación de la realidad, su pensamiento mágico, su apego al dogma, la superchería y, por supuesto, a su condición de clase. También las que son expresión de una vis cómica que no deberíamos desperdiciar.

Qué les parece, por ejemplo, esta declaración del señor secretario de Economía, don Ildefonso Guajardo, quien se aventó el puntacho de afirmar: Dejaremos de apoyar a Estados Unidos si sale del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Centró la terrible amenaza en tres puntos: En los temas migratorio y de seguridad nacional ya no habrá cooperación. Sin el tratado, sólo 3 por ciento de exportaciones mexicanas padecerían picos arancelarios. El desajuste o daño a corto plazo puede ser controlable. Y a mí, totalmente lego en estos menesteres, se me presentan algunas dudas, por ejemplo: ¿por qué si el TLCAN nos vale estos tres pobres cacahuates, andamos como alma en pena y con el mínimo decoro por los suelos? ¿Por qué, como la zarzamora, llora que llora por los rincones? ¿Por qué nos atrevemos a estas bravuconadas, si sabemos que en la voluntaria firma de éste y otros acuerdos nuestra capacidad de pataleo es realmente insignificante? ¿Alguien puede creer que la valentonada del entrón Ildefonso le echó a perder el fin semana a don Don(ald)?

No podría asegurar si los jóvenes egresados de Yale, Columbia y Harvard –encargados de elaborar diariamente la síntesis informativa que procura evitar que el presidente Trump se convierta en un analfabeto funcional– habrán considerado necesario incluir en ella el exabrupto del señor secretario Guajardo después de un exceso de fritada de cabrito (que obviamente no era de Saltillo).

A propósito, una coincidencia trump/foxista: como las ideas de cada uno de ellos no alcanzan para cubrir los ampliados 280 caracteres a los que Twitter decidió extender la capacidad de emisión de mensajes, ambos han considerado la posibilidad de, simplemente, enviar por duplicado sus concisas, enjundiosas y deslumbrantes ideas. Guajardo (Capitán América) dio el peor fin de semana a Lex Luthor, El Pingüino y otros malvados más que rodean al bad man.

Un pequeño intermedio: ¿y que les parece este monumento a los llamados wishful thinkings?: Insta Meade a los partidos a hacer política con generosidad. Ahora, precisamente ahorita, cuando Meade necesita demostrarnos que no es el príncipe del mundo naif, que las únicas direcciones en las que no se pierde son el Instituto Tecnológico Autónomo de México y la Universidad de Yale, pero de este país no conoce sino de números, de cifras, que poco dicen de la nación que ambiciona gobernar, es capaz de una afirmación tan absolutamente demagógica, ingenua y tan desorbitada que hace un llamado beatífico a las instituciones menos calificadas por la opinión pública como dignas de confianza, para que se comporten no sólo conforme a la normatividad, sino mucho más allá: con generosidad. Sentimiento que no suelen mostrar ni con sus militantes cuando, por causas objetivamente justificables o por respetables razones de transformación de ideas y principios deciden su adhesión a una trinchera diferente.

Foto
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo VillarrealFoto Jesús Villaseca

Enunciar buenos deseos como parte de la campaña para la creación de una positiva imagen pública no es una forma muy eficaz de convencer ni persuadir ciudadanos, aunque no sale sobrando.

Y por esta ocasión llegamos al pináculo de las declaraciones no muy afortunadas: the champion, obviamente, es el inimaginable ex presidente Vicente Fox. Este individuo es, todos los sabemos, un delincuente. Y no me refiero a la houdinesca desaparición de los excedentes petroleros en su sexenio ni a las concesiones concedidas a los concesionarios consecuentes y, por lo mismo, consecuentados que –merced a los maléficos conjuro$$ de Escaldufa Sahagún– lograron desaparecer de la legislación las vergonzosas miniconcertacesiones, conocidas como las del impuesto de 12.5 por ciento. Las causales de tan atrevida tipificación son las múltiples confesiones por propia y entusiasta voluntad (y sin Tehuacán de por medio). Simplemente por hocicón, acomplejado y desmedido. Porque es obvio que no está en sus cabales, que es a todas luces (¿?) un mente captus, o séase, alguien privado de su mente, de su capacidad de razón.

Isabella González, de Reforma, nos relata: “Vicente Fox afirmó que él se encargará, personalmente, de que ese ‘cuate’ (Andrés Manuel) no llegue a la Presidencia de la República. Para que no haya duda ni desconcierto, agregó: ‘Pero si no el pueblo de México no es capaz ( sic), yo me voy a encargar, personalmente, de que este cuate no llegue a la Presidencia’. ¿Quedó claro lo que este loco, pero de la cabeza, como diría el maistro Berrueto, está diciendo? Este enajenado anuncia su decisión de llegar a la violencia extrema para evitar que el pueblo cometa otro error (como el del voto en favor de su candidatura). Él es el designado (¿por quién?) para corregir los designios absurdos del pueblo, cuando en ejercicio de su soberanía decida en favor de un réprobo. Yo no soy penalista pero, ¿no se está tipificando un delito? Y como el señor Fox no tiene llenadero, también se internacionalizó y agregó sobre Venezuela: Maduro renuncia o sale con las patas por delante, en un cajón.

¿Dos abiertas amenazas de ese tamaño no deben ser tomadas en serio por los órganos policiacos y de inteligencia de San Francisco del Rincón, Guanajuato, y de Quantico, Virginia?

Fox conserva algunos momentos de lucidez. Él sabe que hasta el director de la Escuela Libre de Derecha, el señor licenciado Pocorroba, le podría conseguir su absoluta libertad, con la muy fácil demostración del grado de debilidad mental que le distingue: Fox está tocado, pero en serio. Hagamos una prueba: sintonicen un discurso suyo en la tele, un video de su propaganda presidencial, sumérjanse en ese hoyo luminoso de la información que la humanidad y la naturaleza han producido desde los orígenes de la vida humana y aun desde endenantes: Wikipedia. Acervo que deja enana a la en su tiempo inconmensurable biblioteca de Alejandría. En una elemental googleada encontrarán pruebas de pánico: toparán con un individuo desorbitado en exceso, totalmente fuera de control: si bajamos el volumen sólo contemplamos a un sujeto que, como molino holandés, gira sus aspas al impulso del viento: es un muppet, una botarga que vocifera incontrolada. No termina las oraciones, tartamudea, los ojos se escapan de las órbitas, equivoca los tiempos y número de los verbos. Al sujeto de la oración lo pasa de singular a plural (como si fueran Los tres García, película mexicana de 1950 y tantos) y con una inconciencia absoluta declina verbos y conjuga sustantivos. Sí es Fox. Ya conforme las campañas avancen llenará columnetas.

Rosario Green. El privilegio de tratarla obliga a compartir su excelencia.

Arturo Elizundia Charles, último director de la Escuela de Administración y Comercio, primer director de la Facultad de Comercio y Administración. Hablemos de lo que se merecen.

Twitter: @ortiztejeda