Por mayoría, el Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aprobó la alianza con Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) para las elecciones federales y locales de 2018, y delegó en Alejandra Barrales, presidenta del partido, la responsabilidad de que se incluya, dentro del convenio de coalición, un método democrático y transparente para elegir al candidato presidencial, y no ceder en automático la postulación al panista Ricardo Anaya, como denunciaron algunos perredistas.

El PRD va. Los que aspiraban a que no avanzara, una vez más se quedaron con las ganas, celebró la presidenta del partido ante el pleno, donde se escucharon gritos aislados de ¡México, México, México.

Vencidas las resistencias de Vanguardia Progresista –cercana al jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera– y de Alternativa Democrática Nacional, al pugnar por un mecanismo que brinde legitimidad al proceso de selección del abanderado a la Presidencia, antes de firmar el convenio de coalición, el grueso de los consejeros perredistas se disciplinaron ante sus líderes y avalaron la plataforma electoral y programa de gobierno del Frente Ciudadano por México. El resultado fue 221 votos en favor contra 10 de Izquierda Democrática Nacional (IDN).

Para frenar las voces críticas durante el consejo, celebrado en el hotel Hilton Alameda, los dirigentes perredistas acotaron las participaciones de sus integrantes, y optaron por la elaboración de resolutivos especiales para aprobar la alianza con Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.

Así, a Barrales se le otorgó la facultad de continuar la búsqueda de los acuerdos de la coalición, y una vez concluidos, presentarlos a las instancias correspondientes.

Este mandado incluye negociar con sus pares que el convenio de coalición garantice los equilibrios políticos en la definición de candidaturas al Senado y a la Cámara de Diputados, con el compromiso de que todas recaigan en personas honorables, con reconocido prestigio y con arraigo e influencia en sus respectivos territorios, sin que necesariamente tengan una militancia partidista.

Como presidenta del partido, Barrales concluirá su función el día 9 de diciembre, fecha en que se renovarán los órganos de dirección nacionales, estatales y municipales del partido, para un mandato extraordinario de un año. Entonces, entrará de lleno a buscar la candidatura a la jefatura de Gobierno de Ciudad de México, que según varios consejeros, prácticamente tiene en el bolsillo.