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Delegación e IP ofrecen reconstruir sin costo pero con más niveles

Afectados de Concepción Béistegui fustigan el trato de las autoridades
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de noviembre de 2017, p. 33

Damnificados del edificio de Concepción Béistegui y Yácatas, en la colonia Narvarte, el primero en ser demolido tras desplomarse durante el sismo del 19 de septiembre, rechazaron la propuesta de reconstrucción de sus viviendas planteada por las autoridades de la delegación Benito Juárez, junto con la iniciativa privada.

En días pasados, el delegado Christian von Roehrich anunció que su administración, junto con un grupo de desarrolladoras inmobiliarias, realizarían la reconstrucción de los edificios afectados en la demarcación sin costo para los damnificados, para lo cual se redensificaría y se utilizaría el potencial de construcción para recuperar la inversión.

Los afectados detallaron que ya tuvieron una reunión con las autoridades delegacionales, quienes pretenden excluir de este esquema a los propietarios de los cinco locales comerciales que había en el inmueble, a quienes como alternativa se les ofrece un departamento de los adicionales que se construirían, el cual deberán pagar.

Van a hacer departamentos de 80 metros cuadrados y para quienes teníamos locales nos dicen que si era de 30 metros, se nos respetaría esa superficie y tendríamos que pagar el resto, es decir, 50 metros, pero aún no nos han dicho cuánto costará cada metro cuadrado, expusieron.

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Durante los trabajos de demolición del inmueble ubicado en la esquina de Concepción Béistegui y YácatasFoto Carlos Ramos Mamahua

Consideraron que es un trato injusto, pues aunque los locales eran de menor tamaño tienen un precio mayor por su uso comercial, por lo que pidieron a las autoridades reconsiderar y plantear alternativas de solución para todos los damnificados.

En Concepción Béistegui y Yácatas se ubicaba un edificio de cuatro niveles, con ocho departamentos y cinco locales comerciales, entre ellos una miscelánea y una tintorería. En esta última laboraba un adulto mayor, quien tras el derrumbe y en espera de la demolición instaló en plena calle un burro de planchar y continuó ofreciendo sus servicios.

La mayoría de los propietarios son adultos mayores que no tienen ninguna posibilidad de obtener un crédito, y nuestra preocupación es que en la situación de vulnerabilidad en la que estamos acepten condiciones que no sean las más favorables, porque dudamos de que hagan las cosas gratis, apuntaron.

Se requiere que 80 por ciento de los propietarios estén de acuerdo con la propuesta para hacer la reconstrucción, detallaron, al adelantar que de no haber una reconsideración, buscarán ampararse ante la decisión de las autoridades delegacionales.