Sociedad y Justicia
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Instalan altar por Javier Valdez y Miroslava Breach

Honran en Barcelona a 11 periodistas muertos en México

Participan académicos y defensores de los derechos humanos

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Académicos, activistas y comunicadores instalaron en Barcelona una ofrenda en honor de Javier Valdez, Miroslava Breach y otros nueve periodistas asesinados en MéxicoFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de noviembre de 2017, p. 8

Una ofrenda tradicional de Día de Muertos dedicada a los periodistas Javier Valdez Cárdenas y Miroslava Breach Velducea, del diario La Jornada, así como a otros nueve comunicadores asesinados este año en México, fue instalada en la ciudad de Barcelona.

Lola Zavala, coordinadora de la actividad cultural, señaló que el altar fue colocado en el Centro Cívico San Agustí, por La Taula per Méxic, organización de académicos, activistas y periodistas que trabajan desde Barcelona por la paz y los derechos humanos de México.

El 2 de noviembre se realizará una charla sobre el significado del altar y la ofrenda de muertos a cargo de Zavala y Ana Paula Sánchez, quienes señalaron que esta actividad forma parte del Festival por la Paz y los Derechos Humanos Susurros del México Olvidado, el cual se llevó a cabo en octubre en esta ciudad con apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña.

Manifestaron que el primero de noviembre es el día en el que nosotros siempre recordamos a los difuntos que vendrán a visitarnos, como lo hacen puntualmente cada año.

La víspera de la inauguración del altar, que recuerda a los 11 periodistas muertos en México este año, afirmaron que es una forma de recordarlos y de rendirles homenaje ante la terrible situación de riesgo que viven los comunicadores en su país.

“En el ambiente ya se respiran los olores de las flores de cempasúchil y del pan de muerto, y a los mercados llegaron las calaveras en todas sus formas, colores y sabores: de azúcar, amaranto o chocolate; el papel picado y las alegres calacas de cartón, y quizás habrá alguna que otra bruja paseando por ahí, totalmente despistada, entre telarañas y pobres calabazas despatriadas.

Las ánimas acudirán puntuales a visitarnos y se encontrarán con las ofrendas que con tanto amor les hemos preparado. No vendrán a jalarnos las patas, ni convertidas en zombis. Tampoco viajan en escoba, ni son fantasmas. Nuestros seres queridos vendrán a compartir con nosotros la comida, la alegría y el amor por esa vida que nos dio la oportunidad de conocerlos. Somos lo que somos ahora gracias a su paso por este mundo. Así que lo que sentimos al recordarlos no es miedo, ni terror, ni espanto, sino puritito amor, puntualizaron.