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Especialistas de la policía estudian la salud mental del atacante

Fuera de peligro, la periodista rusa que fue acuchillada en una radiodifusora
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 28 de octubre de 2017, p. 26

Moscú.

Tatiana Felgengauer –la periodista, acérrima crítica del Kremlin, que el lunes anterior sufrió un ataque con arma blanca por un hombre que intentó asesinarla– sigue hospitalizada y se recupera paulatinamente de la herida en el cuello. Todo indica que su vida ya no corre peligro y podrá hablar, al no resultar dañadas las cuerdas vocales.

Así lo informó el director de la emisora Ejo Moskvy, Aleksei Venediktov, quien agregó que cuatro milímetros le salvaron la vida. Esa ínfima distancia le faltó al cuchillo para afectar una arteria.

También influyó la rapidez con que Felgengauer pudo ser operada por los cirujanos de la clínica de urgencias Sklifasovsky, apenas 11 minutos después de la agresión, por lo que –según reveló Venediktov– el alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, ordenó a la ambulancia que se encontraba más cerca del lugar de los hechos desviarse hacia la emisora.

Entretanto, continúa su curso la investigación para esclarecer los motivos del atacante, Boris Grits, en prisión preventiva por decisión de un juez. La policía se inclina por atribuir la agresión a un desequilibrado mental. El hombre se dijo víctima de acoso sexual por telepatía.

No es claro si esa es la única línea de investigación, en vista de que la absurda explicación de Grits tiene múltiples contradicciones que apuntan a un intento de asesinato preparado con meses de antelación y con la complicidad de otras personas, aunque el detenido mantiene su declaración inicial y no deja otra opción que ser sometido a exámenes para determinar su estado mental.

El agresor, quien se presentó como ciudadano de Israel con una licencia de manejar que caducó en 2008, llevaba dos años viviendo en las afueras de Moscú como desempleado. Sin embargo, se comentó que escribe un blog desde Israel y en septiembre pasado amenazó con viajar a Moscú si el acoso telepático (por parte de la periodista) no cesaba.

Tampoco se explica cómo tenía un detallado esquema sobre la ubicación de las oficinas de la emisora, el cual no es del dominio público, por lo que alguien se lo tuvo que dar. Ello le permitió subir directamente al piso 14 para atacar a Felgengauer.

Por la noche, Venediktov declaró que tomó la decisión de sacar del país a otra periodista de la emisora, Ksenia Larina, al menos durante seis meses, hasta que (las autoridades) garanticen su seguridad, porque el siguiente cuchillo clavado en el cuello puede venir después del programa de (Vladimir) Soloviov, comunicador de la televisión oficialista, quien ayer dijo que seguía esperando una disculpa por un comentario de Larina, en una red social, sobre el ataque a Felgengauer y la responsabilidad que ella atribuyó a los medios de comunicación bajo control del Kremlin.