Ana María Torres y Jackie Nava se enfrentaron hace seis años en una vehemente batalla por el primer cinturón diamante que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) otorgó a una mujer.

“Fue una pelea que sirvió para abrir puertas a las boxeadoras, para que las promotoras y la televisión voltearan a vernos”, dice La Princesa Azteca.

Desde entonces, el pugilismo rosa fue ganando apoyo poco a poco y ahora Esmeralda Joya Moreno y Yessica Kika Chávez tendrán la oportunidad de disputar el sábado el tercer duelo por un cetro diamante femenil. Ana y Jackie se muestran emocionadas por ese reconocimiento a las peleadoras, pero lamentan que pese al paso del tiempo persistan los salarios bajos.

La Guerrera Torres no olvida la noche en que se consagró como campeona diamante y ve con buenos ojos que se exponga de nueva cuenta este cetro, “porque habla bien del trabajo que hacen las mujeres en el boxeo”. Sin embargo, pone el dedo en la llaga respecto del tema de los salarios que ganan las peleadoras al señalar que incluso “ha habido un retroceso”.

La campeona emérita afirma que “falta que los promotores apoyen más económicamente a las peleadoras porque les pagan muy poco, pero si ellos no apoyan a las boxeadoras nadie más las va valorar”.

Sin titubeos, señala que es importante que las pugilistas exijan lo que les corresponde y que no tengan miedo de negarse a aceptar un contrato, porque sólo así podrán hacerle ver a los promotores lo que vale su trabajo arriba del ring.

A su vez, Jackie Nava hace un análisis sobre lo que significó el duelo que realizó con Ana María. Asegura que benefició a las peleadoras para tener más difusión y apoyo en publicidad. No obstante, reconoce que “en cuanto a ganancia, todavía no hay una mujer que se acerque a lo que gana un hombre”.

Al hablar sobre la pelea entre Joya Moreno y Kika Chávez, dice que puede aportar mucho al pugilismo femenino.