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El actor es galardonado con el premio Donostia; es el primer sudamericano que lo recibe

Me falta frialdad para ser político, afirma Ricardo Darín

Bastante tenemos los artistas cuando, además de nuestro trabajo, extendemos nuestros brazos y mirada a aspectos sociales o de interés público, señala

Presentó La cordillera en San Sebastián

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Ricardo Darín luego del estreno de la película de Santiago Mitre en el 65 Festival Internacional de Cine de San SebastiánFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2017, p. 6

San Sebastián.

El actor argentino Ricardo Darín, que da vida a un ficticio presidente de su país en el filme de Santiago Mitre La cordillera, afirmó este martes en San Sebastián que no tiene la suficiente frialdad como para estar en un territorio tan minado como la política.

Darín, de 60 años, recibió el premio Donostia a su trayectoria en un certamen del que es un viejo conocido: aquí presentó la aplaudida El secreto de sus ojos, que luego se llevaría un Óscar, y ganó la Concha de Plata –ex aequo con el español Javier Cámara– por Truman.

Bastante tenemos los artistas cuando, además de nuestro trabajo específico, extendemos nuestros brazos y mirada a aspectos sociales o de interés público, añadió. Prueba de que no quería hablar más de asuntos políticos fue la respuesta que le dio a una periodista cuando se disponía a preguntarle por el referéndum unilateral en Cataluña. Por favor, no me haga la pregunta que me va a hacer, le pidió. Ya tengo bastante con la política argentina.

Relató que para interpretar al ficticio presidente Hernán Blanco contó con suficiente alimento en el disco duro como para tener que inspirarse en alguien concreto.

¿Puede lograr el cine unir aquello que la política no consigue?, le preguntó otro reportero.

Respondió: Metafóricamente sí, porque para nosotros las fronteras no están tan delimitadas, al contrario, es un placer toda vez que nos podemos cruzar y encontrarnos con colegas de otros países. Ves una fusión de culturas e idiosincrasias.

–Cree que el cine es una herramienta muy útil para mostrar posibilidades.

Las uniones, contestó, siempre son frágiles, depende de cómo se les cuida, alimenta y respeta. En América del Sur hace tiempo que soñamos con una unión que nos vuelva una región más fuerte de lo que somos.

Estrenada en la sección Una cierta Mirada del pasado festival de Cannes, La cordillera gira en torno a una cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile. Erica Rivas, Dolores Fonzi, Christian Slater, Paulina García y Elena Anaya, entre otros, completan el reparto de este filme que en España llegará a los cines el viernes.

Darín enamoró a la cámara desde niño. No sumaba 10 años cuando debutó en la televisión y, desde entonces, su mirada líquida y un talento fuera de dudas lo han llevado a protagonizar algunos de los títulos esenciales de la cinematografía de su país.

Ahora, el festival de San Sebastián rinde homenaje a uno de sus intérpretes más queridos entregándole el premio Donostia. Por primera vez, el certamen distingue con este galardón a un actor sudamericano y, con ello, al segundo latino, tras el puertorriqueño Benicio del Toro.

Según afirmó Darín en una abarrotada rueda de prensa, ésta es el tipo de situación que obliga a mirar un poco hacia atrás, cosa que normalmente no hace. No soy muy amigo de hacer revisiones históricas, pero uno se encuentra con muchísima gente e ineludiblemente va recordando sensaciones, abrazos, amores, y es muy lindo.

Con todo, añadió, no necesita premios para sentirse querido en esta tierra tan familiar. Tras varios trabajos en televisión, Darín comenzó su carrera en la gran pantalla a finales de los años 70 de la mano de cineastas como Julio Porter o Adolfo Aristarain. La opera prima de Fabian Bielinsky Nueve reinas (2000) supuso su salto a la fama internacional y Juan José Campanella hizo que especialmente el público femenino cayera a sus pies con El mismo amor, la misma lluvia, Luna de Avellaneda y El hijo de la novia.