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Por quedar fuera de los JO de Río estuvo a punto de retirarse

Arantxa Chávez se sobrepuso a la decepción para ser campeona

Con su triunfo en la Universiada Mundial ya piensa en Tokio 2020

 
Periódico La Jornada
Martes 5 de septiembre de 2017, p. a11

El dolor y la frustración eran inmensos y no quería saber nada de los clavados. Arantxa Chávez lloraba en sus momentos de soledad y compartía ese duelo con los más allegados. La decisión estaba en ebullición y pensaba en el retiro por no haber clasificado a los Juegos Olímpicos de Río.

Ahora sonríe de nuevo, a más de un año de esa amarga experiencia que la puso en una situación difícil, que no le gustaría repetir con horas de terapia en el sofá.

La clavadista se convirtió en la figura central de la delegación universitaria en Taipei, en la más gloriosa de todas las participaciones de México, con 22 medallas (6-5-11). Tres de las preseas de oro las aportó la capitalina de 26 años, en individual, mixto y sincronizados, con Melany Hernández y Adán Zúñiga, en el trampolín de tres metros.

Río de Janeiro fue un acicate, había caído en depresión, todo era decepcionante para mí. Ya no quería estar en los clavados. Mi familia y mis amistades me apoyaron, recuerda la capitalina, quien dejó su casa para ir a vivir con su hermano Salvador y sus primos Kevin y Claudia, también clavadistas, para seguir entrenando con el profesor Iván Bautista, en Guadalajara.

Bautista le aconsejó que no dejara el deporte, que todo se iba a componer. Él me envió con el sicólogo Javier Ibáñez, que es del equipo; fueron varias sesiones. Me convencí de que seguiría otro ciclo y vendrían mejores resultados, relata la tricampeona mundial universitaria.

Arantxa no es una improvisada. Comenzó de niña en los saltos ornamentales y su nombre pesa como la mayoría de sus compañeros medallistas olímpicos Iván García, Germán Sánchez, Alejandra Orozco y la recién ingresada Paola Espinosa, y de jóvenes como Rodrigo Diego López.

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La clavadista Arantxa Chávez ganó tres medallas de oro en la reciente Universiada celebrada en TaipeiFoto Conade

Su debut olímpico en Londres 2012 no fue nada halagüeño y quedó eliminada en la primera ronda. Durante ese periodo y parte de la preparación que tuvo hacia Brasil, subió a varios podios en individual y en sincronizados en las Series Mundiales y la Universiada de Kazán 2013, en esta última con un bronce.

La futura nutrióloga egresada de la Universidad del Valle de México, en Zapopan, está feliz. “Soy la misma, ahora me buscan un poquito más por mis tres medallas de oro y lo disfruto. No pierdo la humildad.

“Estoy satisfecha de mi trabajo, porque se hizo una buena actuación después de un año sin competir. Retomar la confianza conmigo misma. Clavado por clavado, ver mis puntuaciones y poder ganar en Taipei ¡tres veces!

“Me emocioné y sentí muy bonito. Mi entrenador (el auxiliar Jonathan Alcántara) me decía que no me presionara y eso funcionó.

“Era un control total, porque tenía varios días compitiendo. El cansancio se acumulaba y me decía ‘tranquila’”, expuso Chávez, quien se alegra de tener uno de los mejores resultados, aunque todavía le falta el más importante de su vida y desea seguir trabajando para llegar a Tokio 2020 con todo, porque el sueño de los deportistas es ganar una medalla olímpica.