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Este domingo presentó tres libros del género japonés milenario

Agustín Monsreal experimentó una revelación íntima al descubrir el haikú
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de septiembre de 2017, p. 8

Escritor y, sobre todo, cuentista, Agustín Monsreal (Mérida, 1941) ya había incursionado en la poesía. Está Amores de nunca acabar, que reúne cuatro libros de poemas. El haikú, no obstante, era desconocido para él hasta que hace unos años tomó un taller, a instancias de Sergio Mondragón, para distraerse, ya que pasaba por un proceso de doble duelo.

Fue una revelación íntima. Había algo allí que me tocó profundamente: una nueva forma de expresión, contó Monsreal al presentar ayer la tercia de libros de haikús: Corazón en mano, Esto que pasa en mi corazón y Entre dos infinitos, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Le apasionó esta forma tan precisa, tan exigente, de un rigor que a veces uno se salta cuando escribe verso libre, verso blanco.

Mondragón recordó que esta forma poética japonesa fue introducida en México a principios del siglo XX por José Juan Tablada (1871-1945); en Chiapas por Armando Duvalier, secundó Roberto López Moreno.

El haikú consiste en hacer tres versos de cinco, siete y cinco sílabas cada uno. Monsreal, como fue desobediente desde chico, aparte de la forma tradicional ha hecho otras combinaciones como siete, siete y cinco, o siete, siete y siete. Al llegar a 200 haikús, necesitaba un cambio, justificó.

El escritor también admitió haber “faltado a la tradición del haikú al hablar de cosas íntimas, de dolores profundos, aunque me di cuenta de que también refería a la naturaleza, en este caso, la humana. Sólo asistió a seis u ocho sesiones del taller impartido por Mondragón, luego se ausentó porque necesitaba de la soledad para escribir, cosa que hizo a lo largo de tres años.

Para el autor, la literatura no es un oficio, ni una profesión, ni un negocio, sino un destino. Entonces, el ejercicio de escribir tiene que ser gozoso, a pesar de que el tema sea trágico.

Sergio Mondragón, presentador de los libros junto con Roberto López Moreno, subrayó que Monsreal innova por el contenido de sus poemas, ya que el tema clásico del haikú fue durante siglos una alusión directa y obligada a la naturaleza en la estación del año en que se elaboraba. Monsreal se inscribe más bien en la tradición de los poetas japoneses que a principios del siglo XX rompieron con esta tradición temática y escribieron sicología personal, de confesión.