n abril de 1976, el gran revolucionario y estadista Hua Guofeng, completó la frase en el discurso de bienvenida al entonces vicepresidente de Egipto Hosni Mubarak: “…y la situación es excelente”.

La posibilidad de que el ciudadano de a pie entienda que pasa bajo el cielo, se está convirtiendo en un jeroglífico. Fíjese: alguien dice un día que “… los entusiastas del madurismo tienen una característica perturbadora: no les importa el sufrimiento de la gente de carne y hueso… los venezolanos están bajando de peso por falta de comida…” Y al día siguiente los antimaduristas anuncian que respaldan las sanciones económicas de Trump, contra la gente de carne y hueso de Venezuela.

¿Quién tiene razón? ¿El amigo de Hillary Clinton, Jorge Ramos, o el neonazi Arnold Schwarzenegger, mejor conocido como Conan el bárbaro, Conan el destructor, Terminator o Depredator, quien afirmó que Trump estaba regresando a Estados Unidos a la Edad de Piedra? O sea, la edad a la que los yanquis devolvieron a Irak y Afganistán, en la época que Conan el bárbaro gobernaba California, el estado más progresista de Estados Unidos, tras ser elegido y relegido con 48 y 56 por ciento de los votos.

Para ilustrar lo que se vive en la gran democracia del norte, fue muy bueno el chiste del colega David Brooks en su columna American Curios. En un manicomio gringo, un paciente anuncia a todo volumen: soy Napoleón. Desde otra esquina, otro pregunta: ¿quién te dijo eso?. Responde el primero. Dios. Y desde el otro lado se escucha otro paciente: Nunca te dije tal cosa.

Que sería lo dicho por el patético grupete de cancilleres latinoamericanos, reunidos en Lima con el fin de respaldar la embestida criminal contra la revolución bolivariana. Para inmediatamente meter reversa, cuando el Gran Jefe amenazó con la invasión militar directa. Así como los Terminator de la libertad de expresión guardaron silencio, luego que en su programa televisivo de Miami, el lumpen periodista peruano Jaime Bayly, instó a Estados Unidos a bombardeos selectivos para ayudar a los venezolanos a liberarse de la narcodictadura genocida…

En Argentina, el legislador Mario Negri (radical), presidente del bloque de diputados alineado con Mauricio Macri, presentó una iniciativa de ley para quitarle al presidente Nicolás Maduro la condecoración del Collar de la Orden Libertador General San Martín (otorgado en 2013). Con celo democrático, Negri, comentó:

Coincidimos con el presidente Macri en que la máxima distinción no puede ser usada por una persona como Maduro, que atropella la democracia, las libertades y viola los derechos humanos. Y olvidó que el personaje extranjero más condecorado por el gobierno argentino (Orden de Mayo al Mérito Militar al grado Gran Cruz, 1975; Orden del Libertador San Martín, 1976; Orden de Mayo al Mérito, 1993), se llamaba Augusto Pinochet.

Algo muy raro está pasando. El periodista e investigador argentino Ricardo Ragendorf contó que en su barrio vio un corte de vecinos que protestaban desde hacía una semana porque no tenían luz. Uno de ellos, el más vehemente y asustado, y el que ponía más ramitas en una especie de barricada, era un señor que decía que no hay luz porque, debido a lo barato que estaban las tarifas (durante el gobierno de Cristina), las compañías no podían ahora invertir. Y pedía a gritos que le aumenten la tarifa.

En mayo pasado, en Arabia Saudita, el Gran Jefe del Destino Manifiesto, hizo a un lado el odio manifiesto al islam durante la campaña presidencial, y en un mensaje de amistad, esperanza y amor (sic), pidió a los países árabes crear una coalición de naciones para eliminar el extremismo. O sea, junto a Tel Aviv y contra Irán. Pero los ayatolas le recordaron que buena parte de los 19 terroristas que en 2001 mataron a unas 3 mil personas en Nueva York (11-S), eran ciudadanos sauditas, a más de serias acusaciones de que miembros de la monarquía saudita, estuvieron implicados en el ataque.

Extremismo que en las recientes sangrientas agresiones racistas que tuvieron lugar en Charlottesville, Virginia, habría sido protagonizado, según Trump, por ambos bandos. Un comentario que, viera usted, indignó a los que en Venezuela también hablan de ambos bandos. Pero bueno. Todo quedó más claro cuando el presidente indultó al cavernícola sheriff de Arizona, Joe Arpaio, por haber sido tratado de forma increíblemente injusta.

Hay un gran desorden bajo el cielo, y la situación es excelente. ¿Continuará vigente la críptica expresión de Hua Guofeng? Tres años después, el sucesor de Mao cayó en desgracia. Y el Partido Comunista chino, madrugando a todos los genios de la Escuela de Chicago, emprendió la larga marcha hacia la revolución conservadora mundial.