Madrid.

El ayuntamiento de Barcelona inició el retiro de los 131 altares que se instalaron en La Rambla, luego del atentado perpetrado el 18 de agosto. A partir de ahora objetos, notas, dibujos y mensajes pasarán a formar parte del patrimonio de la ciudad y en un futuro se instalarán en un memorial con el que se honrará a las víctimas y se apelará a la convivencia dentro de la diversidad.

La historia de Barcelona se alteró el pasado 18 de agosto, cuando una célula yihadista perpetró uno de los peores atentados en la historiad de la ciudad: un conductor a bordo de una camioneta invadió la zona peatonal de La Rambla a más de 80 kilómetros por hora embistiendo a cientos de paseantes. El saldo del ataque fue de 15 muertos y más de un centenar de heridos. La misma célula perpetró horas después otro atentado en la ciudad de Tarragona de Cambrils, donde además provocó un muerto y seis heridos.

A partir de ese día ciudadanos de Barcelona y turistas rindieron homenaje a las víctimas con mensajes de ánimo, flores, veladoras, dibujos, muñecos de peluche para los pequeños que perdieron la vida o resultaron heridos, poemas, canciones y grafitis. La mayoría son mensajes de paz que apelan a la convivencia pacífica entre personas de diferente ideología y credo.

Entre los mensajes más socorridos están los que insisten en que el islam es una religión de paz y no de violencia, precisamente para desarmar el discurso de odio de los yihadistas, y también para neutralizar a los fanáticos que promueven acciones islamofóbicas, que en las últimas semanas se han incrementado en España.

A partir de ahora, en La Rambla, habrá un memorial que estará donde la camioneta inició su trayecto mortífero. Los responsables del ayuntamiento de Barcelona, presidido por Ada Colau, y los comerciantes insisten en que ya es hora de recuperar la normalidad, después de días de mucho dolor.