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Sin suministro regular, 70% de la población

El agua es utilizada como arma en la guerra en Siria, señala experto del Unicef
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El año pasado se reportaron 30 cortes intencionales en el suministro de agua potable en ciudades asediadas por la guerra en Siria, aseguró un funcionario del Unicef. La imagen, en Douma, en las afueras de DamascoFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de agosto de 2017, p. 25

Colonia.

El agua es utilizada cada vez más como un arma en la guerra de Siria, situación que la población sufre especialmente en el verano, denunció el jefe de suministro del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Andreas Knapp, en entrevista con la agencia Dpa realizada en esta ciudad.

En algunos lugares se corta el suministro destruyendo las tuberías y las bombas de agua, señaló el experto austriaco del Unicef. En 2016, agregó, se reportaron 30 cortes intencionales, práctica atribuida a todas las partes en conflicto.

El 70 por ciento de la población siria no tiene acceso a agua limpia de forma regular, explicó Knapp. Con frecuencia la gente debe extraer el agua con bombas o sus propias manos, y luego filtrarla, proceso que no garantiza una protección efectiva contra agentes patógenos. Muchas veces no se pude siquiera hervir el agua porque el suministro eléctrico no funciona. Tampoco es opción recurrir al cloro, porque con frecuencia la sustancia es incautada por el temor a que pueda ser utilizada para fabricar gas.

Knapp visitó recientemente la región de Ghuta oriental, cerca de Damasco.

Preguntamos a la gente de ahí qué era lo que necesitaban con más urgencia, relató el experto. “Pensé que responderían que alimentos o medicinas, pero en lugar de eso nos dijeron: ‘envíennos libros escolares’”. Y es que la mayor tragedia de la guerra para muchos consiste en destruir el futuro de sus hijos.

La guerra ha acabado también con con las clases regulares, porque muchas escuelas fueron bombardeadas. Muchas veces los niños reciben clases en casas privadas, en los sótanos, contó Knapp.

El Unicef y otras organizaciones humanitarias escoltan dos veces al año a niños de lugares bajo asedio a la ciudad segura más cercana para que se puedan presentar a los exámenes. Y muchos los hacen sorprendentemente bien.

Se calcula que 270 mil niños y jóvenes viven en ciudades asediadas en Siria y 2 millones en zonas de difícil acceso en las que no cesan los combates.

Estoy convencido de que el motivo principal de que tantas familias sirias últimamente huyeran a Alemania y otros países es por la educación, señala Knapp.

Si nos quedamos mucho tiempo en los campamentos de Líbano o Turqía nuestros hijos no tendrán educación ni futuro, piensan muchos, explicó el experto. Lo que más me impresiona es esta increíble determinación de los sirios de no abandonar a sus hijos ni a su país, agregó.