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Empresa ligada a la administración de Macri, encargada del conteo provisional de votos

Cuestiona la oposición transparencia en las elecciones primarias en Argentina

En este momento el Frente para la Victoria necesita fortalecer la militancia: diputado Larroque

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Miembros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas organizaron el velorio de la ciencia, ayer en Buenos Aires, en protesta por los recortes al presupuesto como parte de las políticas de ajuste y austeridad del gobierno del presidente Mauricio MacriFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de agosto de 2017, p. 27

Buenos Aires.

A menos de una semana de las elecciones primarias de cara a las legislativas del 22 de octubre próximo, sectores opositores ponen en duda la transparencia electoral por la contratación irregular de una empresa ligada al gobierno del presidente argentino Mauricio Macri que tendrá a cargo el conteo provisional, en momentos en que la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner continúa encabezando la intención de voto para senadora por Unidad Ciudadana con una ventaja de entre seis y diez puntos sobre el candidato oficialista de Cambiemos, Esteban Bullrich.

A su vez algunas encuestas vaticinan el segundo lugar Sergio Massa de la coalición Un País, y en tercer lugar Bullrich. En los tres casos son alianzas políticas para esta circunstancia. Las elecciones del próximo domingo concentran todo el interés en la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande del país.

La alianza Cambiemos a cuya cabeza está Macri, de la derechista Propuesta Republicana (PRO), se juega el futuro, ya que una derrota ahí sería clave para debilitar la coalición oficialista hacia las generales de 2019.

El fenómeno interesante es que las consultoras definen que Fernández de Kirchner congrega muy especialmente a los jóvenes en todo el país y en sus presentaciones la siguen miles de personas.

Precisamente uno de los hechos más importantes durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fernández (2007-2015) fue la recuperación de la política, y especialmente de una juventud que fue desarrollándose en la lucha cotidiana para enfrentar al poder económico, surgido en buena parte de la pasada dictadura militar (1976-1983), y de la dictadura neoliberal de los años 90, con sus ficciones de democracia.

El diputado del Frente para la Victoria (FpV), Andrés Larroque, fundador y dirigente de La Cámpora, organización que rodeó a Fernández de Kirchner durante su administración, entrevistado por La Jornada sostiene que este es el momento en que se necesita fortalecer la militancia como una tarea prioritaria y la organización en defensa del país, que está siendo virtualmente entregado.

Persecución al kichnerismo

Advierte que el kirchnerismo viene sufriendo los ataques de la prensa monopólica desde siempre y puede decirse que la relación de los medios adictos con la oposición es extorsiva. Este gobierno no mide costos políticos, cumple objetivos precisos como las operaciones de la derecha macrista para destruir al Frente para la Victoria, anular a Cristina metiéndola prensa, inventando causas sin pruebas.

Añade que “Macri vino a romper el ciclo kirchnerista. Sabemos a qué obedece. Cristina advirtió con claridad en uno de sus discursos ‘si me pasa algo miren al norte’. La impunidad actual es similar a lo que ocurría en la época de los militares. Tienen protección. Macri es el primer presidente que sube con dos procesos abiertos. Se advierte que él y todos los funcionarios, que aparecen comprometidos en graves casos de corrupción no tienen problemas. Están protegidos y ven al país como una plataforma de negocios”.

Al analizar lo sucedido en las elecciones de finales de 2015 cuando triunfó Macri, ligado a la Fundación Heritage de Estados Unidos, Larroque expone: en primer lugar no se terminó de dimensionar lo que significó el modelo popular, la profundidad de la disputa. De alguna manera al avanzar, muchas veces pareció que todo se lograba fácilmente. No se podía analizar la dimensión de lo que estaba sucediendo. Nosotros fuimos desacreditados, estigmatizados. La operación para destituir al FpV, anular a Cristina utilizando una muy fuerte ofensiva mediática fue permanente antes y ahora. Néstor antes, Cristina después, fueron el foco de los ataques y la satanización de toda la militancia. En el plano de lo que fue la comunicación y los medios, nosotros en 2008 en el conflicto con el campo teníamos todos los medios en contra. Absolutamente todos.

“A partir de ahí pudo comenzar una política para equilibrar. La ley de medios fue para equilibrar. Y no se llegó. La realidad es que el ‘Partido Judicial’ interrumpió la aplicación de esa Ley. Quisimos hacer una Reforma Judicial. No lo hicimos del todo bien porque no logramos explicarle al conjunto de la sociedad de qué se estaba buscando con eso, y la velocidad de los medios fue mucho mayor para construir un sentido negativo sobre esa reforma”.

En relación a la persecución política, cada vez más evidente, Larroque señala que la detención ilegal de Milagro Sala fue parte del plan de este gobierno para amedrentar la militancia. Creo que les quedó claro que no pudieron contra la militancia popular. Carpetazos a diestra y siniestra, dice en relación a que los servicios de inteligencia macristas utilizan información sobre diversos políticos o dirigentes sindicales, como extorsión para inmovilizarnos u obligarlos a trabajar para ellos en una acción propia de las mafias.

Asimismo sostiene que pese al apriete, persecución y la ofensiva que montaron encontraron un límite que es la conciencia popular. Evidentemente los doce años y medios de transformaciones han calado profundo en un sector de la sociedad que ha decidido no quedarse dentro de su casa. Y eso tiene que ser el pilar para después poder persuadir a los sectores más intermedios.

Empoderamiento del pueblo

Ante las grandes y permanentes manifestaciones de protesta contra la política del gobierno actual opina que “estamos viendo un empoderamiento de derechos por parte de la población. Esto se ve en las movilizaciones de trabajadores y movimientos sociales contra los despidos, como se hizo ante el veto del presidente a la ley antidespidos votada en el Congreso. Yo creo que no estamos en los 90. Una cosa son los 90 donde no se acarreaba una situación de traición de cierta dirigencia del movimiento obrero y además nuestro país venía muy traumado por la hiperinflación y venía de un genocidio y de un golpe conceptual y cultural muy fuerte.

No olvidemos la caía del Muro de Berlín, el fin de las ideologías. Todas cuestiones que trascendían las fronteras de nuestro país. En aquel momento siempre la dirigencia tuvo un margen, con los costos que después pagó, pero pudo ser parte de una experiencia neoliberal por la situación de confusión que imperaba. Lo que creo va a ser muy difícil es ser parte de dos experiencias neoliberales siendo dirigente del movimiento obrero, afirma.

Por último ante una pregunta sobre las acciones actuales de la ex presidenta, Larroque sostiene que le pareció excelente que Cristina haya estado con los ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Es una definición. Lo mismo como cuando fue a Ecuador a recibir la distinción o su viaje a Europa y las invitaciones que le han hecho de varios países, resultan un reconocimiento a su capacidad política y su papel en la región.

También esto y la aceptación de sectores populares en esta campaña, despejó esa idea que el Poder actual quería construir de Cristina que debería estar condenada a las páginas policiales, mientras ella puede recorrer reuniones con los dirigentes y movimientos sociales y políticas de aquí y otros países, comprueba el afecto y respeto y reconocimiento que exceden las fronteras argentinas. Se toma conciencia de un liderazgo a nivel regional. Además es una acción para recomponer los lazos de lo que fueron estos años maravillosos de la Patria Grande y mostrar que pese a la ofensiva neoliberal, de derecha o norteamericana, hay un proyecto político que se reconoce.