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De nuestras Jornadas

Incongruencia gubernamental

C

onforme avanza el tiempo sin que se vislumbre el fin de la inseguridad y la violencia, las autodefensas brotan en Guerrero como hongos, sobre todo en las zonas de mayor presencia de la delincuencia organizada.

Por eso mueven a risa las declaraciones que el martes hizo en Acapulco el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong: No se permitirá que la sociedad se arme ante la inseguridad en Guerrero, pues de hacerlo estaríamos en la anarquía.

Si permitir que habitantes de diversas comunidades se armen significa caer en la anarquía, desde hace rato naufragamos en esas aguas turbulentas, sin que alguien se atreva a poner orden; al contrario, en algunos casos la misma autoridad ha reconocido públicamente a esos grupos y ha recibido en oficinas gubernamentales a sus cabecillas, quienes han salido con una sonrisa de oreja a oreja por haber recibido el beneplácito oficial y la garantía de que su trabajo será respetado.

Escindida de la CRAC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias), la Upoeg (Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero) ha sido factor de división y enfrentamientos cruentos, con la aprobación tácita del gobierno.

Sólo después de que esa organización masacró a tres mujeres, un hombre, un adolescente y un bebé de cuatro meses, a principios de junio en Cacahuatepec, el gobierno la repudió públicamente, la consideró un grupo de delincuentes y anunció su desarme, sin que se hayan visto resultados.

La administración estatal ha declarado que las autodefensas no sirven a la población, sino que persiguen fines delictivos; no obstante, las hay por todas partes, suman decenas y siguen operando impunemente.

Osorio Chong aseguró que ya dialogó con esos grupos, además de actuar conforme a la ley. Hasta donde se sabe, la ley no estipula que se deba dialogar con delincuentes.

Que quede claro: la potestad en materia de seguridad está en los gobiernos municipales, estatales y la Federación; nada permite, bajo ninguna razón, que se pueda armar la sociedad porque entonces estaríamos en la anarquía a la que algunos quisieran que llegáramos, manifestó; no obstante, ni municipio, ni estado ni Federación pueden con la violencia que ha dado lugar al surgimiento de las autodefensas.