El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el dictamen de fiscalización de gastos de campaña en el estado de México, al confirmar que, consecuencia del elevado tope –285 millones de pesos– y un acuerdo –incumplido por la coalición encabezada por el PRI– de ejercer solamente la mitad del máximo legal permitido, en la entidad no se registraron rebases, aunque se confirmaron en gran parte las irregularidades detectadas y las millonarias multas que podrían superar los 400 millones de pesos.

Excluidos los gastos no reportados por pagos a representantes de casilla, que por acuerdo se canalizaron a los procedimientos oficiosos en las cuatro elecciones de junio pasado para que los partidos puedan acreditar que no gastaron en ello, la discusión en torno al financiamiento de las campañas mexiquenses se concentró en las mutuas recriminaciones del PRI y Morena por irregularidades en sus gastos.

Para el representante de Morena en el INE, Horacio Duarte, en la revisión del gasto en esa entidad está implícito un sesgo político ‘‘que busca blindar al candidato del PRI, Alfredo del Mazo, y generar una percepción ciudadana de que en el caso de las sanciones todos los partidos distintos a la coalición del PRI son los que tienen multas más altas que el propio Revolucionario Institucional’’.

En respuesta, el representante del tricolor, Jorge Carlos Ramírez Marín, deslizó que la revisión del gasto de Morena habría sido ‘‘obsequiosa’’ por parte de la Unidad Técnica de Fiscalización, con costos subvaluados.

‘‘¿Cómo vamos a estar contentos con la fiscalización? ¿Por qué no se nos dice, no se nos da una explicación de dónde provinieron 92 millones de pesos, que son los de financiamiento privado de Morena? No se nos dice cómo le pudimos aceptar unas facturas de playeras a cinco pesos con un proveedor que no existía. ¡Ah pero sí, hay que salir a decir que Del Mazo y el PRI y OHL! Una sola prueba no presentaron. Sin embargo, les admitieron su queja (a Morena), evitaron decirles que era frívola.’’

La representación del PRD terció en la discusión. Guadalupe Acosta Naranjo cuestionó la falta de criterios equitativos que a su partido le detectó 4 mil 600 banderas no reportadas, pero ‘‘a Del Mazo le encontró, que muchacho tan acucioso, un chaleco’’. Cuestionó que los verificadores que enviaron a los actos del sol azteca iban dotados de lupas y demás instrumentos, pero al PRI –ironizó– le envió al personal con mayores problemas de visión.

El panista Francisco Gárate recordó que en medio de las campañas salió a relucir el financiamiento ilícito de las contiendas de 2016, desde los gobiernos de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo al PRI. ‘‘Por supuesto que pudieron haberse dado estos casos particularmente ahora que estamos discutiendo el estado de México’’.