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Museo de Bellas Artes de Berna

Presentan obras de arte degenerado del tesoro hallado en Múnich

Exhibirán una selección de 200 cuadros de la colección donada por Cornelius Gurlitt al recinto

En Bonn mostrarán otra parte del valioso acervo que desató larga batalla judicial

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Algunas de las primeras obras de la colección del alemán Cornelius Gurlitt (1932-2014), que donó al Museo de Bellas Artes de Berna, fueron presentadas ayer a la prensaFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de julio de 2017, p. 7

Berna.

El Museo de Bellas Artes de Berna presentó ayer las primeras obras de la colección que heredó de Cornelius Gurlitt (1932-2014), hijo de Hildebrand Gurlitt, famoso comerciante de arte en la Alemania del Tercer Reich.

Entre la selección de cuadros presentados figuran obras de arte degenerado –según consideraciones nazis– de pintores como Otto Dix, Ernst Ludwig Kirchner, Franz Marc, August Macke y Otto Mueller, según la agencia suiza ATS.

Unas 200 obras del legado de Cornelius Gurlitt serán expuestas desde el 2 de noviembre en la capital suiza.

Paralelamente a esta exposición en Berna, un museo alemán, el Bundesskunsthalle de Bonn presentará otra parte de esta colección, pero con dos enfoques diferentes: el de las obras expoliadas con motivo de las persecuciones nazis y el de los cuadros cuya procedencia todavía no se ha podido dilucidar.

La muestra de Bonn abordará, además, los robos de objetos de arte sin precedente cometidos por los nazis en las regiones ocupadas por el régimen de Adolf Hitler.

De mil 500 obras, algunas fueron expoliadas por los nazis

Para sorpresa general, según el testamento de Cornelius Gurlitt, fallecido en 2014 sin herederos directos, el museo suizo resultó ser el heredero de su colección, compuesta por mil 500 obras, una parte de las cuales se sospecha que fueron robadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial a sus propietarios judíos.

Tras ganar una larga batalla legal con los herederos lejanos de Gurlitt, el museo de Berna investigó el origen de las obras, lo que condujo a restituciones de cuadros robados a sus propietarios o a los descendientes de éstos.

Según un acuerdo alcanzado con Alemania, sólo debían ser transferidas a Berna las obras de origen irreprochable.

El tesoro de Gurlitt fue descubierto en 2012, almacenado en malas condiciones, durante un registro de los agentes de aduanas a su apartamento en Múnich, y en otra vivienda en la ciudad austriaca de Salzburgo.