Buenos Aires.

A escasos días del anuncio de la fusión del Grupo Clarín con la telefónica Telecom, lo que configura un poder ilimitado, la justicia armó una causa y allanó con más de 100 gendarmes y carros de asalto el Sindicato de Canillitas (vendedores de diarios), interviniendo esa organización y procesando indebidamente a su secretario general, Omar Plaini, uno de los más respetados dirigentes gremiales del país.

Plaini, además diputado opositor, sostuvo que el impresionante operativo hizo sentir como si estuviera la dictadura tomando un sindicato y agradeció a la Confederación General del Trabajo y a la Central de Trabajadores Argentinos la solidaridad expresada y el rechazo a esta acción, que consideró un mensaje del regreso de la represión.

No podemos permitir el avasallamiento de las instituciones. No quisiera pensar que detrás de esto está el Grupo Clarín, pero ¿cómo sabían que iba a haber un allanamiento al sindicato?, dijo Plaini, quien enfrentó a esa empresa monopólica de medios de comunicación masiva.

Mientras esto sucedía, una manifestación de trabajadores despedidos de la empresa Pepsico protestaba en pleno centro de la ciudad; en Zárate se realizaban marchas para denunciar el cese de más de mil trabajadores de la planta de energía nuclear de Atucha, además de que se registraban movimientos similares en distintos puntos del país.

Pese a todo ello, el jefe de gabinete, Marcos Peña, sostuvo que durante el pasado año y medio del gobierno de Cambiemos ha habido muy poca conflictividad laboral.

Similar reacción tuvo el presidente Mauricio Macri en medio de la severa crisis económica, política y social que vive el país, al asegurar recientemente que se está creciendo pero la gente no lo ve o que el país está en marcha, aunque mucha gente no lo percibe, lo que indigna a los miles y miles de despedidos y a los sindicalistas en su conjunto.

Después de movilizaciones diarias en esta capital y todo el país en rechazo a las medidas adoptadas por el gobierno, que cada día producen mayor conflicto social, y un paro general de todas las centrales sindicales, Peña aseguró que el gobierno no puede impedir una decisión empresarial de cerrar y despedir personal, al advertir que habrá una reducida tolerancia para protestas.

El allanamiento e intervención del sindicato de vendedores de periódicos es la cuarta organización de trabajadores que el gobierno de Macri interviene con apoyo del Poder Judicial, donde cada día gana más espacios destituyendo jueces verdaderamente independientes.

Ahora ha logrado mediante maniobras oscuras tener la mayoría absoluta en el Consejo de la Magistratura, entidad clave para llevar adelante juicios políticos, lo que se asegura mediante la ayuda de medios como Clarín, y le permiten avanzar en el manejo de una justicia bajo su control.

Por supuesto que cada medida antipopular que toma el gobierno es atribuida a la supuesta pesada herencia del gobierno anterior, discurso que ya no lo favorece cuando la población está viviendo una realidad que se califica como pesadilla y hasta tragedia nacional, especialmente en los sectores más pobres y vulnerables del país.

Peña también justificó el alza del dólar a poco más de 17 pesos como algo previsible, pero además señaló que un paraíso no se hace de un día para otro. Aunque todos saben y ha sido confirmado por algunos ministros que deben profundizar los ajustes y se ha demostrado en documentos, el jefe de gabinete niega que vaya a haber nuevos ajustazos, pero cada día amanece con una nueva sorpresa en este aspecto.