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Expertos mapearon sitios donde se pueden detectar amenazas a la salud humana

Identifican factores de transmisión de virus de animales a personas

La mayoría de las enfermedades, como el ébola, VIH o el síndrome respiratorio agudo y grave, se originan en ejemplares de roedores, primates o murciélagos, explican autores de la investigación

 
Periódico La Jornada
Martes 27 de junio de 2017, p. 2

Madrid.

Un estudio publicado en la revista Nature identificó los factores que pueden influir en el contagio de infecciones víricas entre animales y personas, como el ébola, el VIH o el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, por sus siglas en inglés), así como los mapas de localizaciones donde podrían detectarse futuras amenazas para la salud humana.

La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes que afectan a los humanos son zoonosis, con virus que se originan en animales salvajes, como roedores, primates o murciélagos y que se transmiten de forma natural a las personas.

Sin embargo, hasta ahora había pocos métodos que permitieran identificar qué especies huéspedes albergarán con más probabilidad los futuros virus humanos o cuáles de ellos son capaces de atravesar las fronteras entre especies.

Filogenia

En este trabajo, liderado por la ONG EcoHealth Alliance, se ha logrado identificar el número total de virus que infectan una especie determinada y la probabilidad de que se convierta en zoonosis, gracias a la filogenia relacionada con los seres humanos, la taxonomía del huésped y la población humana dentro de un rango de especies, lo que puede reflejar el contacto humano y la vida silvestre, señalan los autores.

Los científicos crearon y analizaron una base de datos de más de 2 mil 800 asociaciones entre mamíferos y virus. De las 586 especies virales analizadas, 263 (44.8 por ciento) se han detectado en personas, y 188 (71.5 por ciento de los virus humanos) se definen como zoonóticos, es decir, que se han detectado al menos una vez en humanos y en otra especie de mamíferos.

El hecho de que algunas especies sean mejores huéspedes que otras depende del número total de virus de una especie concreta o de la diversidad de esos microorganismos, que es influenciada por el rango geográfico de la especie, por el solapamiento con otros mamíferos, el tamaño del cuerpo y la orden a la que pertenece, explicó Sinc’ Kevin Olival, autor principal del trabajo.

Asimismo, el estudio muestra otros factores que influyen en la transmisión de los virus de mamíferos a humanos, como la cercanía entre unas y otras especies, y la cantidad de coincidencias con las poblaciones humanas y las áreas urbanas.

Los murciélagos son también significativos en cuanto al número de zoonosis que transportan, independiente de estos otros rasgos, destacó el investigador. Les siguen primates y roedores.

El trabajo también ha permitido proporcionar mapas de las localizaciones geográficas en las que los diferentes tipos de mamíferos son más propensos de albergar nuevas amenazas para la salud humana.

Los científicos han identificado los taxones y las regiones geográficas con el mayor número estimado de virus que aún quedan por aparecer y que serán de gran importancia para futuras operaciones de vigilancia.

Hemos mapeado el número previsto de virus que está ahí fuera. Por tanto, estos mapas muestran en qué lugares del planeta podremos encontrar el siguiente antes de que emerja, según Olival.

Las pautas varían según las especies huésped. Por ejemplo, los virus zoonóticos de los murciélagos son más frecuentes en América del Sur, Centroamérica y partes de Asia. Por el contrario, los de primates tienden a agruparse en Centroamérica, África y el sudeste de Asia, y los de roedores se encuentran principalmente en partes de América del Norte y del Sur, así como en África central.

Para los científicos, predecir qué virus son más probables de propagarse de animales a personas podría ayudar a controlar las enfermedades emergentes y prevenir futuros brotes. El estudio permitiría así aportar información a los programas mundiales sobre la identificación de nuevos virus zoonóticos y evaluar su posible amenaza para la salud humana.