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Irónico, compara a Comey con Snowden y hasta le ofrece asilo

Putin responde preguntas de ciudadanos rusos en el programa Línea Directa
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 16 de junio de 2017, p. 25

Moscú.

Sin estar oficialmente en campaña para su relección –el mismo día que su potencial rival más peligroso, Aleksei Navalny, cumple condena de un mes de prisión por incitar a una manifestación no autorizada y la máxima autoridad electoral de Rusia dijo que sería un milagro que el opositor pudiera participar en las elecciones presidenciales del año siguiente–, el titular del Kremlin, Vladimir Putin, se dio el enésimo baño de multitudes.

Por décimoquinta ocasión consecutiva –desde que se llevan a cabo, 11 como presidente del país y cuatro como primer ministro, aunque está al frente de Rusia desde mayo de 2000–, Putin ejerció este jueves de protagonista de todo un reality show al responder preguntas en Línea Directa, emisión especial de la televisión y radio del Estado, en la cual los grandes temas de la política mundial estuvieron ausentes frente a las necesidades cotidianas de la gente.

No pudo evitar, sin embargo, referirse a las sanciones contra Rusia decretadas ayer por el Senado de Estados Unidos: Creo que esto pasa por ninguna razón en especial. Si no estuviese el asunto de Crimea o cualquier otro problema, hubieran pensado en otra cosa para contener a Rusia, a la que consideren un competidor, afirmó, y subrayó que las sanciones son contraproducentes y testimonio de la lucha por el poder en Estados Unidos.

Asimismo, ofreció con ironía, si se le persigue judicialmente, conceder asilo político a James Comey, quien cree que hubo injerencia rusa en las elecciones estadunidenses pero no tiene pruebas, al que comparó con Edward Snowden (el ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad que reveló secretos sobre el espionaje estadunidense): no estamos hablando del (ex) director de la FBI, sino de un defensor de los derechos humanos, como Snowden, que da a conocer una conversación privada de su presidente.

Formuladas por un auditorio de probados seguidores y por representantes escogidos de la población –a través de conexiones en vivo, llamadas telefónicas, correo electrónico, redes sociales, mensajes de SMS y hasta correo tradicional–, no hubo una sola pregunta que pudiera incomodar al mandatario o que pusiera en entredicho su política, aunque se supone que se recibieron más de 2 millones.

El formato es ideal para el lucimiento del personaje –y desde hace años, siendo una emisión en vivo, se basa en la técnica del falso directo, cuando se filtran las preguntas, se graban y se emiten con minutos de retraso, y se cambian por otra en caso de sorpresa desagradable, opinan los expertos–, pero el realizador audiovisual sólo cometió hoy un error: mostrar en la pantalla preguntas que iban llegando desde las redes sociales en Internet.

Por eso, por poner varios ejemplos, se quedaron sin respuesta: Putin, ¿de verdad crees en este circo con preguntas amañadas? Tres periodos presidenciales son suficientes. ¿no le parece que es hora de irse a descansar? Toda Rusia considera que lleva demasiado tiempo en el trono, ¿no llegó el momento de renunciar?

Mientras Putin cosechaba aplausos al decir que la recesión ya terminó, aunque todavía hay problemas o decía que sus hijas tienen una vida como todos, normal, sin excesos, o que la pieza más grande que ha podido pescar pesó 20 kilos, las cámaras seguían mostrando: ¿Es verdad que Navalny ahora está grabando una película sobre usted (en alusión a la que dedicó al primer ministro Dimitri Medvediev, acusándolo de corrupción)?, ¿”Por qué tienen esos salarios multimillonarios los directivos de las corporaciones públicas?” y otras similares, que también se quedaron sin respuesta.

Corregida la falla –sólo se coló al final: “sus palabras ‘no entregamos a los nuestros’, se refieren a los saqueadores y los corruptos?” y la escueta contestación: no los considero míos–, volvió la normalidad al programa y las preguntas se ajustaron al guión, que se ensayó la víspera, según reconocieron funcionarios del Kremlin únicamente para hacer más ágil la emisión televisiva.

Y Putin se dio gusto al mantener la duda que inquieta a la élite gobernante acerca de si se va a postular para un cuarto periodo presidencial y, si no, quién será su sucesor designado.

Según él, sólo el pueblo de Rusia decidirá quién será su próximo presidente.