Una característica común en los procesos electorales del domingo para elegir gobernador en tres entidades del país es que, salvo en caso de Nayarit, fueron comicios muy competidos donde los primeros resultados –no oficiales– muestran una diferencia pequeña entre primero y segundo lugar, señalaron politólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Rosa María Mirón Lince, coordinadora del posgrado de ciencias políticas y sociales de la casa de estudios, dijo que si bien los resultados preliminares y el conteo rápido arrojan en el caso del estado de México y Coahuila triunfos del PRI y sus aliados, hay que esperar hasta el cómputo del miércoles.

En la entidad mexiquense, señaló, hay un elemento a destacar: pese a que el partido en el poder contó con todo el aparato del gobierno federal, con el involucramiento de varios secretarios de Estado que evidentemente hicieron campaña en favor del PRI, apenas les ha alcanzado para tener tres puntos de ventaja sobre el segundo lugar.

Para la académica, el gran ganador de estos comicios, pese a no llevarse la gubernatura, es Morena. Se lleva una importante posición como segunda fuerza política en un estado considerado bastión del priísmo y que representa a 10 por ciento del padrón nacional electoral. Esto de cara a las elecciones de 2018 es relevante. Lo mismo, agregó, en Veracruz, donde se renovaron las alcaldías, y si bien el PAN se llevó más de la mitad, el partido de Andrés Manuel López Obrador, de reciente creación, tuvo buenos resultados.

En Coahuila y Nayarit la alianza de la oposición demostró que las coaliciones son una buena opción para futuros procesos electorales.

Por su parte, Salvador Mora Velázquez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, remarcó que en el estado de México la campaña estuvo expuesa a asimetrías por la presencia de secretarios de Estado en apoyo al abanderado del PRI, Alfredo del Mazo.