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Líderes oficialistas salen apresurados a Los Pinos y dejan oradores segundones

Despachan efeméride en menos de media hora
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Concentración de sindicatos corporativos para recordar a los Mártires de ChicagoFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de mayo de 2017, p. 5

En menos de media hora, el Congreso del Trabajo (CT) despachó la conmemoración del Día Internacional del Trabajo en la Plaza de la Constitución, porque sus dirigentes debían acudir al acto con el presidente Enrique Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos.

Al líder de esta central obrera oficialista, Carlos Aceves del Olmo, sólo le bastaron cuatro minutos para ofrecer un discurso cuya demanda principal fue que ‘‘haya dinerito en los bolsillos de los trabajadores’’.

Con un Zócalo lleno de trabajadores de diversos gremios, pertenecientes a la Confederación de Trabajadores de México y Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, entre otros, todos uniformados y portando matracas y pancartas en las que demandaban ‘‘aumento a los salarios mínimos’’, la celebración se hizo a toda prisa.

Solamente hubo tres oradores –fueron breves– e incluso habían pasado 20 minutos del arranque, aún estaba hablando un dirigente, cuando Aceves del Olmo se levantó intempestivamente para dirigirse a Los Pinos. Fue la señal de arranque para que todos los secretarios generales de los sindicatos corporativos abandonaran el acto. Al líder ferrocarrilero, Víctor Flores, se le preguntó cómo había visto la conmemoración y dijo: ‘‘Muy correteada’’.

Flores llevó al Zócalo una nutrida porra que lo escoltó a su llegada, su salida y al despedirse; el grupo de animación incluyó una festiva batucada con bailarina incluida.

El primero en tomar la palabra fue el secretario de Acción Política del Comité Nacional de la CTM, Fernando Salgado, quien expuso que ‘‘la fuerza de los trabajadores es la que deberá contener la voracidad y detener la especulación, porque no habrá desarrollo posible si el salario no nos alcanza’’.

En años recientes México se atrevió a reformarse, a aceptar la apertura, ‘‘pero nosotros queremos ver el éxito de las reformas en nuestras mesas, en nuestros bolsillos, en la educación de nuestros niños, en tener una mejor economía familiar’’. Agregó que ‘‘hay que dejar atrás ese salario mínimo que no da ni lo mínimo para comer; no queremos cambiarle el nombre, queremos cambiarle el monto; establezcamos ya estrategias que eleven el ingreso’’.

A su vez, Aceves del Olmo, quien antes de irse dejó ‘‘besos para las mujeres trabajadoras y abrazos para los compañeros hombres’’, comentó que el movimiento obrero tiene esperanza de que la economía mexicana mejore y se refleje en la mesa y en los bolsillos de los obreros.

Para el cierre del acto, en el que estuvieron también gremios del sector automotriz, de la Confederación de Trabajadores y Campesinos y de la Confederación Obrera Revolucionaria, habló José Carlos Torres García, de la Federación Nacional de Sindicatos Bancarios.

Y eso fue todo. La conmemoración de los sindicatos corporativos por el Día del Trabajo se despachó ‘‘de carrerita’’.