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Si viene muy sabionda, alíviese sola
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de abril de 2017, p. 7

Los médicos y enfermeras me gritaron que dejara de quejarme y terminaron por acusarme de que no pujaba y no les ayude en el parto, revela Gabriela Jaqueline, indígena de 21 años que con 40 semanas de embarazo perdió a su bebé en el Hospital Rural Oportunidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Bochil, Chiapas, el 26 de diciembre de 2013.

La recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una de las nueve emitidas en 2015 por violencia obstétrica, concluyó que hubo negligencia médica, porque durante más de 18 horas la joven no fue valorada.

“El doctor que me atendió no era ginecólogo, era médico general pasante y no me quiso atender a la hora. Yo le decía que mi bebé ya iba a nacer y él me contestó de manera grosera que, sí podía, ‘lo tuviera sola’”.

A otras mujeres ni siquiera las dejaron entrar al hospital y han tenido que parir en las afueras de los nosocomios por no ser derechohabientes.

En la recomendación 6/2017, la CNDH reproduce el testimonio de VI –como cita a la víctima para reservar su identidad–, en el que narra el trato recibido del personal médico del Hospital General 46 del IMSS, en Gómez Palacio, Durango, en el momento del parto. Qué, no se supone que es su primer hijo, cómo sabe lo que le voy a aplicar. Si ya viene muy sabionda entonces alíviese sola. Se va a hacer lo que yo diga, y yo digo que va a ser parto normal.

La joven de 24 años relata que dos enfermeras le dijeron: yo sé que duele, no te estés quejando. El bebé falleció tras prolongado sangrado vaginal, cuando necesitaba interrupción del embarazo vía cesárea, concluyó la CNDH.

En la recomendación 7 del mismo año, la comisión señala que el personal médico del Hospital General de Zona 197 del IMSS, en Texcoco, estado de México, incurrió en negligencia, que provocó la muerte del bebé, y se negó a practicar la necropsia solicitada por la madre. El personal médico sugirió (a los padres) dirigirse al Ministerio Público, pero que sería muy costoso, razón por la que finalmente no se le practicó la necropsia al producto obitado.