Cultura
Ver día anteriorMartes 11 de abril de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Mediante la literatura mucho sabemos de otros países y pueblos, opina Thomas Brovot

Traductores alemanes revelan nuevas claves de su oficio; piden privilegiar lo interesante

Susanne Lange participó, con colegas de México y Argentina, en el taller ViceVersa

 
Periódico La Jornada
Martes 11 de abril de 2017, p. 7

Las literaturas nacionales pueden avanzar sólo con ideas nuevas procedentes del exterior: esta es la responsabilidad de los traductores; ver qué puede ser interesante, no sólo qué vende, explicó la alemana Susanne Lange, quien hace unos días se reunió con colegas de Argentina y México en el taller ViceVersa.

Los traductores tienen gran responsabilidad con su propia lengua, porque hay muy malas traducciones que sólo están repitiendo la estructura gramatical de las frases del original e introducen anglicismos baratos; deben utilizar todos los medios estilísticos de su idioma y leer mucho en su lengua para manejar todos los registros literarios, en mi caso, en el alemán, dijo Lange en entrevista con La Jornada.

Intérprete de Paz, Rulfo, Del Paso

Lange (Berlín, 1964) trabaja en las Novelas ejemplares, de Miguel de Cervantes y en una antología de literatura española.

Traductora de autores de literatura hispanoamericana e inglesa al alemán, como Octavio Paz, Juan Rulfo, Fernando del Paso, Federico García Lorca, Luis Cernuda, José Manuel Prieto y Juan Gabriel Vásquez, la versión de El Quijote (2008) le valió a Lange el Premio Johannes Heinrcih-Voss 2009, concedido por la Academia Alemana de la Lengua y la Poesía.

Sobre esa interpretación del autor español, que le llevó seis años, explicó: “Una nueva traducción tiene sentido si uno descubre algo novedoso en el original. Me parece que aparte de Don Quijote y Sancho Panza, el tercer protagonista de la novela es el lenguaje, porque ellos cabalgan todo el tiempo y casi no hacen nada más que hablar mientras evolucionan y uno influye en el otro.

Sancho siempre se vuelve más retórico, más filosófico y a veces también se cae del caballo de la retórica y Don Quijote se contagia de los proverbios de Sancho y su manera directa de hablar. Estos son matices tan finos entre los dos que sólo se demuestran con el lenguaje. Eso es lo más importante y el placer más grande es intentar darlos en una traducción.

Lange dijo que el español de Cervantes es bastante moderno; en contraste, Don Quijote habla como en las novelas de caballería: un lenguaje antiguo inventado por el escritor. Pude inventarme un lenguaje antiguo para cuando Don Quijote cae en esa jerga. Uno puede apreciar mejor el humor del libro por la diferencia de este lenguaje moderno de los personajes y el de los libros de caballería, en el que cae Don Quijote. La distancia es más grande entre esos dos polos y el humor es más grande.

El trabajo del traductor, dijo, siempre es solitario, lo mismo para un escritor, pero ¿quién hace más por la apertura, por una lengua que un traductor. En Alemania los hay en la Academia de la Lengua; incluso hay quienes traducen del alemán a otras lenguas, como Miguel Sáenz lo hace con todo Grass.

Traducir permite hacer míos los libros que leo en francés o español, refiere el especialista

Reyes Martínez Torrijos

Sólo mediante la traducción se convierten en literatura mía los libros que leo en francés o español. Por eso siempre quise dedicarme a esto: una razón egoísta, expresa el alemán Thomas Brovot, quien participó en el taller alemán-español ViceVersa, en la Ciudad de México.

Eso propicia un fenómeno útil, añade. Sin conocer a tus vecinos y otras culturas, un país o una cultura se aísla. Ahí jugamos un papel bastante importante. Lo que otros países y pueblos sienten y piensan, mucho lo sabemos a través de la literatura, dice a La Jornada.

Brovot cursó estudios en filología románica y ciencias políticas, y traduce del español, portugués y francés, labor que en 2012 le valió el Premio Helmut M. Braem por su versión de La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa. Thomas Brovot (Colonia, 1958) es presidente del Fondo Alemán de Traductores.

“En Alemania –prosiguió– no hemos llegado a ganar el dinero que necesitamos para vivir de traducir; sigue siendo muy difícil y en contraste no estamos muy lejos de México, pero es una profesión que nos apasiona. Eso es lo más importante”, manifestó el traductor de Juan Goytisolo, Federico García Lorca, Mario Vargas Llosa y Severo Sarduy.

Goytisolo, autor difícil

En su país natal, Brovot es reconocido por sus traducciones de Goytisolo, a quien califica de “autor difícil. En primera, tenía que seguir los libros que él ha leído. Hay alusiones y citas en sus textos. Entrar en el mundo en que se mueve intelectualmente. El de la mística, del sufismo e ir adonde vive en Marrakesh; también la literatura española, comenzando con San Juan de la Cruz.

Ya cuando traduje sus textos, tienen cierto ritmo; no es una escritura realista y deja espacio para varias interpretaciones. Reproducirlos y entenderlos en alemán, dejando el texto con todo el misterio del original es el reto más grande. Para mí fue decisivo conocer a Goytisolo y ver cómo mira el mundo; lo que a él le interesa.

Respecto del panorama editorial de los lectores de su país, Brovot sintetizó: Están bastante interesados en conocer otras culturas. En los años 70 y 80 del siglo pasado hubo gran interés por América Latina. Ahora es menos. En la actualidad es muy interesante el mundo árabe por la situación política, pero ahí no hay tanta literatura por traducir como antes en este continente. Sin embargo, más que el interés político o cultural, es el mercado el que decide en cuáles regiones del mundo se publican o se traducen libros, explicó.

Mencionó que incluso así, al margen de ese gran negocio, hay pequeñas editoriales que se atreven más y tienen más curiosidad en cuanto a literatura, y matiza: en algunos de los grandes sellos es posible encontrar un rincón, donde dicen: ‘ese libro es importante o ese autor queremos que forme parte de nuestra editorial’, aunque sepamos que no se va a vender”.