oy, la segunda parte del recuento de álbumes hip–hop y R&B 2016, géneros que actualmente cobran importante aire, más allá del gueto, y gozan de gran simpatía en todo estrato.

8. Danny Brown, Atrocity Exhibition (Estados Unidos). Con voz nasal y juguetona, ansiedad y locura definen al grime de este oscuro y derrotista pero agresivo rapper de Detroit, cuya personalidad paranoica y atmósferas de misterio (vía el productor Paul White), hacen de éste un favorito del género.

9. Kate Tempest, Let Them Eat Chaos (Inglaterra). Maravillosa esta joven poeta y rapper, cuyo segundo plato, grime + spoken word, narra con filo y lupa, sobre electrónica suave, el caos citadino, con personajes que buscan redención, mediante una lírica elevada y a la vez de la calle.

10. Swet Shop Boys, Cashmere (EU/Inglaterra) y A-WA, Habib Galbi (Israel). El MC Heems (de Das Racist, hindú-estadunidense) y Riz Ahmed (inglés-paquistaní), también actor (Star Wars: Rogue One), con ingenio análogo-digital y 8-bit, sampleos de música medio-oriental, entre tablas y cítaras, escupen mensajes irónicos de carga política. Las otras son un trío de hermanas que actualiza antiguos cantos yemenitas con dance, hip-hop, R&B y dancehall: gran cosa.

11. Moodyman, DJ Kicks, y KING, We Are King (ambos de EU). El primero, veterano de Detroit, arroja una delicia funky-soul de elegantes arreglos electro-house-jazz, sobre el que cantan o rapean muchos invitados. Las segundas, un trío de chicas que fusiona soul-jazz clásico de metales setenteros, con toques electro-análogos. Pura ricura.

12. Bully Fae, Defy a Thing To Be (EU). Artista multimedia, este outsider de la sexualidad y el hip hop, forja su propio universo minimalista de fantasías digitales y fraseos inusuales, sardónico y absurdo. Lúdica y original experimentación.

13. Gaika, Security (Inglaterra), y D∆WN, Redemption (EU). El primero, con matices ragga-dancehall, hace un dubstep-trap sombrío, muy lento, entre texturas nebulosas, mientras retrata imágenes sórdidas del under londinense. La otra, primero suena a R&B tipo Beyoncé, pero trasciende al pop con caleidoscópicos arreglos: pasa del UK-grime al trap, con toques house y free-jazz.

14. Skepta, Konnichiwa y Kano, Made in the Manor (ambos de Inglaterra). El primero, figura popular del grime de rima combativa, beats ardientes y atrayentes ambientaciones. El segundo, también grime, pero más fiero: guitarras eléctricas, pianos, violines, teclados incisivos, declaraciones fuertes; con él, las cañerías londinenses son a un tiempo sensibles y explosivas.

15. Beyoncé, Lemonade (EU). La más visible estrella de R&B es punta de iceberg de un trabajo colectivo, en el que al menos 10 productores (Diplo, Melo-X, Kevin Garrett, Mike Dean...) y otros muchos colaboradores e invitados (Jack White, James Blake, Kendrick Lamar) dan forma a una brillante pieza de dubstep suntuoso, con un enfoque pop de calidad, bajo su innegable voz majestuosa.

16. Chance the Rapper, Coloring Book, y Kanye West, The Life of Pablo (ambos de EU). Carismático y aplicado, el productor Chancelor Bennet, cantando R&B o rapeando, reúne elementos acústicos de góspel, hip hop, jazz, electro-soul, para crear un apasionado, reflexivo y lindo álbum. El segundo, muy comercial pero atinado –aunque odioso como figura–, sigue haciendo buenos discos: éste, no tan publicitado, pero aún con altos momentos hip-hop de inventiva tímbrica y melódica.

Otros importantes: el electro-pop-R&B de Blood Orange: Freetown Sound. El hip-hop-soul dulce de Solange: A Seat at the Table, y de Frank Ocean: Blonde. El reggae-rap-dubstep de Young Thug: Jeffery. El trap pesado de Future: Evol. El hip-hop-pop de Macklemore & Ryan Lewis: This Unruly Mess I’ve Made. El R&B-jazz directo de Jamila Woods: HEAVN. El electro-R&B colorido de Nao: For All We Know. Más hip-hop profundo: Run the Jewels: Run the Jewels 3; A$AP Ferg: Always Strive and Prosper; Aesop Rock: The Impossible Kid; Vince Staples: Prima Donna; Giggs: Landlord; Domo Genesis: Genesis (conciertos: www.patipenaloza.blogspot.com).

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