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El gobierno del shock

El virtual secretario de Estado destaca que serán evaluados los nexos con Cuba

Tillerson fomentará las relaciones con México; hay preocupaciones comunes
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Rex Tillerson, ex ejecutivo de la empresa Exxon-Mobil, dijo ante el Senado de su país que Rusia será tratada como un adversario no amistosoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 12 de enero de 2017, p. 3

Nueva York, 11 septiembre.

Rex Tillerson, el ex ejecutivo en jefe de una de las empresas más poderosas del mundo, y nominado como secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, toreó hoy a senadores sobre sus posiciones contra la resucitada némesis de Washington, Rusia, afirmó que México es amigo, que las relaciones con Cuba serán evaluadas, y que Israel es el mejor aliado de Estados Unidos en el mundo.

En la audiencia de ratificación del ex ejecutivo en jefe de la petrolera trasnacional Exxon-Mobil, Tillerson fue interrogado por el senador Robert Menendez si coincidía, como lo había dicho su nuevo jefe, con que los mexicanos son criminales, narcotraficantes, violadores. Respondió que nunca podría caracterizar a una población entera con un solo término, para nada. México es un amigo desde hace mucho tiempo y vecino.

Sobre si las declaraciones de Trump contra México durante la campaña dificultarían su trabajo como secretario de Estado, Tillerson respondió: vamos a relacionarnos con México por su importancia para nosotros en este hemisferio, y tenemos muchos, muchos temas comunes, áreas de preocupación.

Tillerson afirmó que aconsejaría al presidente vetar cualquier codificación de los cambios en la política de Washington con Cuba, incluyendo cualquier cambio al embargo, impulsados por el presidente Barack Obama, hasta que eso sea evaluado. Advirtió que se examinará el criterio para la determinación de quitar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, e indicó que Trump no aprobaría de inmediato una legislación para anular la prohibición de viajes a Cuba.

Tillerson fue interrogado repetidamente sobre sus opiniones y relaciones con Rusia y el gobierno de Vladimir Putin, en gran medida porque se sabe que él tenía relaciones extensas con ese gobierno como líder de Exxon-Mobil. El senador Marco Rubio intentó presentarse como juez mundial al interrogar a Tillerson si consideraba a Putin un criminal de guerra, pero éste rehusó la invitación, al igual que haría con otros senadores al negarse a decir si apoyaba las sanciones contra Rusia.

Sin embargo, tomó una posición más agresiva de lo esperado, calificando a Rusia de un peligro. A la vez, afirmó que, aunque no es probable que jamás seamos amigos, era necesario entender la posición y deseos geoestratégicos de Moscú, y trabajar con Rusia como un adversario no amistoso, y hasta un socio en ciertas cosas, en lugar de tacharla como un enemigo.

En otros rubros afirmó que los musulmanes moderados son nuestros aliados más grandes en esta guerra, y que debemos apoyar esas voces musulmanas que rechazan ese mismo islam radical que nosotros rechazamos. Agregó que no apoyaba medidas como un repudio a un grupo particular de gente.

Con gran cautela, comentó que la respuesta estadunidense fue insuficiente –y hasta debería haber sido militar– ante la agresión rusa en Crimea y la expansión del poder de China en el Mar Chino.

Tillerson criticó la decisión del gobierno de Obama de abstenerse en el Consejo de Seguridad cuando se aprobó una resolución crítica hacia Israel por sus ocupaciones en tierras palestinas, Comentó que eso minó las condiciones para promover negociaciones de paz, y señaló que los palestinos son los que tenían que ofrecer una demostración seria de buena fe para proceder hacia negociaciones. Subrayó que Israel es, fue y siempre será nuestro aliado más importante en esa región.

Sorprendió al afirmar que el riesgo del cambio climático sí existe (en contraste con Trump y otros de sus nominados, que lo rechazan), pero aclaró que era una posición personal.

En el segundo día de audiencias ante el Senado para la confirmación del senador ultraconservador Jeff Sessions como próximo procurador general de Estados Unidos, por primera vez que se recuerde, un senador testificó contra un colega. El senador Cory Booker, afroestadunidense, declaró que ese puesto requiere una empatía más valiente que la que muestra el historial de Sessions, sobre todo en torno a derechos civiles y justicia equitativa.

Booker fue acompañado por el veterano representante federal John Lewis, quien fue un activista golpeado en los años 60 del siglo pasado, cuando trabajaba con Martin Luther King, Jr. Cornell Brooks, el presidente de la organización de derechos civiles más antigua del país, el NAACP, también testificó afirmando que Sessions, por su historial, no está calificado para ese puesto.

Sessions ha sido denunciado debido a posiciones consideradas racistas e intolerantes, y por sus posiciones antimigrantes extremas.