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Jamás me arrepentiré de mi conversión a Dios y a la revolución, expresa a La Jornada

La mía es una ciencia poética, enuncia Ernesto Cardenal

La poesía siempre ha significado el arte del lenguaje, el primero de la humanidad; también es profecía, aunque no para anunciar el futuro, sino para denunciar la injusticia, señala

Acudió a la sala Miguel Covarrubias, donde lo esperaban muchos jóvenes; luego irá a la FIL de Guadalajara

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El escritor nicaragüense Ernesto Cardena lleva el cristianismo y el marxismo en su poesía, porque el primero predica un reino nuevo en la Tierra y el segundo plantea una sociedad perfecta sin desigualdades, sin clases sociales, define en entrevista con La JornadaFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de noviembre de 2016, p. 3

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (Granada, 1925) puede arrepentirse de muchas cosas, pero no de lo más importante que ha habido en mi vida: mi conversión a Dios y al pueblo y a la revolución.

La voz de Cardenal es clara y firme, la misma que minutos después de que terminó esta charla con La Jornada se escuchó en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario durante un encuentro con Eduardo Lizalde, su par mexicano.

La entrevista con Cardenal, Premio Reina Sofía de Poesía, se efectuó en el vestíbulo del hotel Radisson Paraíso. Apenas unos minutos para que pueda llegar a tiempo a Ciudad Universitaria. Este viernes viajará a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para otro encuentro poético con el escritor Jaime Labastida. El de ayer y el que se desarrollará el domingo a las 17 horas en el salón 3 de la FIL son dos de los actos con los Siglo XXI Editores festeja 50 años de su fundación.

Por la fraternidad en las Américas

La charla con Ernesto Cardenal fue breve. El tema principal fue la poesía, género que no sólo escribe sino que compila y traduce. Precisamente Siglo XXI Editores publica ahora Antología de la poesía norteamericana, en la que Cardenal trabajó durante muchos años al lado de José Coronel Urtecho. Ambos trajeron al castellano a los mejores poetas de Estados Unidos.

Al final del prólogo, Cardenal escribió: Creo que estas traducciones podrán enriquecer nuestra poesía. Y también que podrán contribuir a estrechar más las relaciones de los pueblos de las dos Américas, una unión que no representa la dominación de una sobre las otras, sino una unión fraterna.

Lo creo, dice durante la plática, porque la poesía significa en este momento lo que ha significado siempre: la poesía es el lenguaje, es el arte del lenguaje, fue el primer lenguaje de la humanidad, los primeros escritos fueron en verso. Esa es la importancia que tiene la poesía.

–Muchos dicen que la literatura en general puede ayudarnos a ser mejores. ¿Cómo?

–Con la profecía. Los grandes profetas de la Biblia también fueron poetas. La profecía fue también poesía y puede seguir siéndolo y en muchos casos lo ha sido la poesía estadunidense –también mi poesía–, porque es una poesía de profecía, pero esto no significa anunciar lo que va a pasar en el futuro. No quiere decir esto el poeta, sino denunciar la injusticia y anunciar un reino nuevo de justicia y de amor.

La poesía que se encuentra en esta antología, que estuvo agotada durante muchos años, es en gran medida una poesía que se entiende, que transmite, con mensaje. Es una poesía de la democracia, una poesía social y de justicia y puede servir mucho para el mundo.

Ernesto Cardenal comenzó escribiendo poesía desde pequeño. Su primer poema, recuerda, fue sobre Rubén Darío, quien junto con Federico García Lorca y Rafael Alberti fueron sus grandes influencias. Me costó mucho liberarme de esa influencia. De ellas me liberó la poesía estadunidense, que es bastante diferente, y transformó mi poesía y me ayudó a ayudar a transformar la poesía de muchos otros en América Latina.

Hoy su poesía se ocupa de las ciencias naturales, el cosmos, la física, la cuántica, la evolución; todas estas cosas son las que me inspiran. Estuve en la mañana en una librería y compré bastantes libros acerca de estos temas cósmicos. Los leo porque eso me inspira para nuevos poemas. Mi poesía, que es la que voy a leer ahora (ayer por la tarde), es una poesía científica, o una ciencia poética, y está escrita en buena medida también en un lenguaje científico, pero entendible, porque me esfuerzo mucho en hacer una poesía que se entienda, una poesía en el lenguaje común.

Cristiano marxista

–Sin embargo, no podemos separar su poesía de su compromiso social

–Así es. Me di cuenta de que era necesario ese compromiso porque tuve una conversión religiosa, una conversión a Dios, una de las más rigurosas, que es la trapense. Entré a ese monasterio en Estados Unidos.

“Más tarde por mi conversión a Dios, también tuve una conversión al pueblo y a la revolución, sobre todo en mi primera visita a Cuba y conocí la revolución cubana. Entonces me hice socialista y marxista, pero al mismo tiempo seguí siendo cristiano y he sido –se puede decir– que algo bastante raro y poco frecuente: un cristiano marxista.”

–¿No fue difícil?

–No, porque al convertirme a la revolución me convertí al marxismo que no se ha puesto en práctica nunca; ha fracasado, se puede decir, porque no se ha puesto en práctica.

“Un escritor inglés decía que el cristianismo no ha fracasado porque no se ha puesto en práctica, yo digo que el marxismo no ha fracasado porque no se ha puesto en práctica, y vienen a ser lo mismo.

Llevo a ambos en mi poesía porque el cristianismo predica un reino nuevo en la Tierra. El marxismo plantea una sociedad perfecta sin desigualdades, sin clases sociales, que viene a ser el mismo que el reino de Dios en la Tierra.

Termina la entrevista, porque Cardenal debe acudir al Centro Cultural Universitario, donde lo esperan sus lectores, muchos de ellos son jóvenes. Me agrada mucho que estén. Me parece que confirma entonces el hecho de que haya dedicado mi vida a esta tarea de ayudar a la transformación del mundo, a un mundo mejor.