Opinión
Ver día anteriorMiércoles 16 de noviembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
La Muestra

El cliente

Foto
Fotograma de la cinta de Asghar Farhadi
C

rónica de un derrumbe. El cliente, séptimo largometraje del iraní Asghar Farhadi, es una de sus disecciones más interesantes y complejas del tema de la pareja, desde aquel gran éxito de crítica, taquilla, festivales y premios que fue Una separación (2011). Lo que ahora aborda en su nueva cinta tiene algo de registro documental (el deterioro urbano y sus efectos sobre los habitantes), de pastiche narrativo (la transposición del mundo teatral al ámbito doméstico de una pareja), de suspenso sicológico (una trama que revela paulatinamente y con gran eficacia sus claves y vueltas de tuerca), y finalmente, lo que más caracteriza al trabajo del director: el imperativo de la elección moral que en un momento de tensión deben plantearse y asumir sus personajes.

Una pareja de clase media se ve obligada a abandonar su departamento por las grietas y fugas de agua que anuncian un posible derrumbe. Mad (Shabah Hosseini) es un joven profesor disciplinado, respetuoso (como el propio cineasta) del orden social en que vive; su esposa Rana (Taranah Alidoosti)0 vive con placidez su condición de ama de casa. Ambos aman el teatro y protagonizan los papeles centrales (Willy Loman y Linda) en la puesta en escena iraní de La muerte de un viajante (1949), de Arthur Miller. Sin imaginarlo un instante, y todo a partir de un episodio perturbador en sus vidas, algunos de los planteamientos morales de esa obra desteñirán sobre su experiencia conyugal, cimbrándola en sus cimientos, anunciando a su vez un posible derrumbe sentimental.

En El cliente, el detonador del drama es un episodio de agresión física (real) y de violencia sexual (¿real o imaginada?) padecido por Rana en el nuevo departamento. Lo sustancial es el poderoso sentimiento de inseguridad que a partir de dicho incidente se apodera de la joven esposa. Más aún, la aparente capacidad de su marido para remediarlo. O la torpeza o insensibilidad con que intenta reparar el daño frente a una esposa que descubre el abismo que la separa de su compañero. Es formidable el análisis que hace el realizador del distanciamiento afectivo de la pareja a partir de la agresión sexual y de la difusa identidad del agresor misterioso (¿intruso, delincuente, violador, cliente?). Como el Willy Loman de la obra teatral de Miller, incapaz de brindar un bienestar económico a su esposa, la incapacidad de Emad por garantizar la seguridad de su compañera es parte de la crisis de esta pareja iraní. En definitiva, una elección moral termina siendo para el profesor perplejo el reto más difícil, una prueba final posiblemente insuperable.

Se exhibe en la sala 3 de la Cineteca Nacional. Funciones: 12 y 17:45 horas.

Twitter: @Carlos.Bonfil1