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EU: Lo que viene

Desde la entrada del TLCAN en 1994 a la fecha se sextuplicaron exportaciones de autos

Mexicanos dedicados a sectores agrario e industrial ven tiempos duros con Trump

De haber acciones contra el comercio vamos a tener un montón de desempleo: Canacintra

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Estados Unidos ha superado a México como primer consumidor de aguacate, dijo Ramón Paz, vocero de un grupo de productores de la fruta en Michoacán. La imagen, en UruapanFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de noviembre de 2016, p. 23

Tijuana, BC.

Desde las plantaciones de aguacate a las fábricas de la frontera, los exportadores mexicanos que prosperaron con el tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos afrontan la posibilidad de un derrumbe de sus negocios si Donald Trump cumple sus amenazas de acabar con el acuerdo.

Trump, quien ganó inesperadamente las elecciones presidenciales de Estados Unidos el pasado martes, ha dicho que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) avanzó a costa de los trabajadores estadunidenses y ha prometido renegociar o desechar el acuerdo, así como imponer aranceles.

Desde que el tratado entró en vigor en 1994, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se multiplicaron por seis a 320 mil millones de dólares por año, transformando una economía cerrada en un centro de inversiones y en un lugar para instalar fábricas de grandes compañías trasnacionales.

Automóviles y aguacates serían caros

No pudimos creer lo que estaba pasando delante de nuestros ojos, dijo Marcello Hinojosa, presidente de Canacintra en la industrial Tijuana, al referirse al triunfo de Trump. Nuestro principal socio al que le exportamos es Estados Unidos. Si esto desaparece vamos a tener un montón de desempleo, vamos a tener déficit comercial realmente grande, dijo Hinojosa, quien dirige una compañía que recoge residuos de fábricas.

Más al sur, en las afueras de la ciudad de León, Rosendo Castillo, director de negocios de la exportadora de cuero WYNY, cuya lista de clientes incluye a minoristas globales como Hugo Boss o Zara de Inditex, están preocupados por lo que pueda ocurrir con sus ventas. Esto realmente pondría en peligro los negocios, dijo Castillo, cuya empresa alcanzó ventas por 120 millones de dólares el año pasado.

Trump ha amenazado con imponer aranceles hasta de 35 por ciento a los bienes fabricados en México y con acabar con el TLC si no puede renegociarlo porque lo considera el peor acuerdo jamás hecho.

Su victoria ha agregado presión a los fabricantes de autos y otros sectores que dependen del acuerdo.

Manuel Montoya, director del Cluster Automotriz de Nuevo León, estado fronterizo con Estados Unidos, dijo que el fin del TLCAN sería algo fatal para los integrantes de esta agrupación. Hoy los coches se fabrican en México 3 mil dólares más baratos que en Estados Unidos. Yo no sé si los estadunidenses están dispuestos a pagar 3 mil dólares más por cada coche que compran, planteó Montoya.

Con el TLCAN, México se transformó en uno de los más grandes armadores de vehículos del mundo, volviéndose parte indispensable de la cadena de suministro mundial.

Durante su campaña, Trump fustigó duramente a los grandes fabricantes de autos estadunidenses, como General Motors y Ford Motor, por invertir en México y los amenazó con colocar aranceles por fabricar del lado mexicano vehículos que van dirigidos al mercado estadunidense.

Ford manifestó el pasado miércoles que espera trabajar con Trump para apoyar el crecimiento económico y de empleos, mientras GM también se dijo dispuesto a trabajar con él en políticas que apoyen una fuerte y competitiva base manufacturera estadunidense.

El TLCAN trajo resultados mixtos para la agricultura mexicana. El sensible sector perdió 1.9 millones de empleos entre 1991 y 2007 ante la competencia de los agronegocios estadunidenses, de acuerdo con un estudio del Centro para Investigaciones Económica y Políticas de 2014.

Pero por otro lado hubo claros ganadores, como los productores de aguacate, que desde 2007 pudieron vender esta fruta, base del popular guacamole, al norte de la frontera, generando un auge de las exportaciones que algunos aseguran que frenó la emigración y la delincuencia en turbulentas regiones del país.

México exportó más de 771 mil toneladas de aguacates a Estados Unidos en 2015, seis veces más que una década antes, de acuerdo con el Consejo del Aguacate Hass.

Estados Unidos ha superado a México como primer consumidor de aguacate, dijo Ramón Paz, vocero de un grupo de productores de la fruta en el occidental estado de Michoacán.

Paz dijo que sus miembros están tan preocupados por el proteccionismo de Donald Trump, por lo que contrataron cabilderos en Washington.

Tenemos la expectativa de que ese sea más lenguaje de campaña y que a la hora de aplicar políticas no sea tan radical en su acción como ha sido su discurso, dijo Paz. No hay otro país que pueda surtir el mercado de Estados Unidos con el volumen de aguacate que consume, agregó. Pero si Trump cumple, la producción tendría que orientarse hacia otros destinos, como Europa, Canadá, Japón y China, agregó.

Además, los productores están preocupados por la posición de Trump acerca del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (ATP), pacto entre 12 países que el presidente electo también ha prometido abandonar. Este acuerdo permitiría a los productores de aguacate llegar a mercados nuevos, como Australia.

El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo el pasado jueves en entrevista con Reuters que el gobierno está dispuesto a dialogar con Trump sobre el tratado, pero aclaró que esto no implica una renegociación.