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¿Cuál es nuestra verdadera tasa de homicidios?
L

as cifras falsas.

Los números sobre homicidios que circulan en Venezuela no derivan de un conteo real de víctimas o cadáveres, sino de la opinión de un grupo de entrevistados por el Instituto Nacional de Estadísticas, en la Encuesta de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana 2009 (INE, 2010). Se trata sólo de un sondeo sobre percepción. Sus resultados hablan por sí mismos. La página 67 informa de un total de delitos reportados de 21 mil 132 en 2009; la 68 registra sólo 19 mil 113 víctimas. Se concluye que ese año habrían ocurrido 75.08 por cada 100 mil habitantes. ¿Cómo 21 mil 132 homicidios causan apenas 19 mil 113 víctimas? ¿Zombis? ¿Resurrección de la carne? ¿El doctor Frankenstein? Es un craso e inaceptable error de lógica y matemáticas. Por otra parte, se afirma que la sexta parte de los asesinatos reportados por los encuestados jamás habrían sido denunciados. Increíble, tratándose de un delito tan grave y difícil de ocultar.

Dichas cifras han sido manejadas por la oposición y ONG financiadas desde el exterior hasta incitar el pánico nacional y el descrédito internacional. Por ejemplo, Violencia y política en Venezuela. Informe sobre América Latina, de Crisis Group, número 38, del 17 de agosto de 2011, en la página 39, afirma: “Según la ONG Observatorio Venezolano de la Violencia, los homicidios casi se cuadruplicaron entre 1998 y 2010, pasando de 4 mil 550 a 17 mil 600 por año. Esto hace de Venezuela uno de los países más peligrosos del mundo, y del homicidio la primera causa de muerte entre venezolanos jóvenes (…). Las cifras del INE significan una tasa de 75 por cada 100 mil habitantes, más del doble de la de Colombia y cuatro veces mayor a la de Irak”. Erich Goldschein, al reseñar The 20 most homicidal countries in the world, atribuye para el mismo 2009 un total de 13 mil 985, con una tasa de 49 por cada 100 mil habitantes, índice inferior en unos 6 mil a lo reportado en la encuesta de percepción (Goldstein, Erich. 2011). Cada nueva ONG eleva las cifras y multiplica el pánico de las audiencias. Ciudadanos e incluso funcionarios crédulos las repiten sin pensar, incrementando los números y el terror.

Pero, ¿cuáles son las cifras verdaderas? El Ministerio del Poder Popular para la Salud compila las tasas de mortalidad y sus causas. Consultémoslas. En 2009, año de la Encuesta de percepción, que percibió 21 mil 132 homicidios, en realidad ocurrieron sólo 9 mil 595, lo cual arroja una tasa de 33.20 por cada 100 mil habitantes. En 2012, último año disponible, ocurrieron 9 mil 952, con una tasa de 33.45 por cada 100 mil. Para 2013 el ministro de Interior y Justicia reporta una tasa de 39 por cada 100 mil. Es una cifra alta, que debe ser reducida, pero no es más del doble de la de Colombia y más de cuatro veces la de Irak. Venezuela ha sido sometida a una fraudulenta operación de guerra sicológica para aumentar el riesgo-país de la guerra económica. A las autoridades corresponde aclarar y divulgar la verdad.

Como se observa, por ninguna parte aparece la absurda cifra percibida por la encuesta del INE de 21 mil 132 homicidios en 2009 ni la todavía más absurda acotación de que éstos sólo habrían producido 19 mil 113 víctimas (¿?), y su disparatado corolario, según el cual ese año habrían ocurrido 75.08 por cada 100 mil habitantes. La tasa real de homicidios ocurridos (y no percibidos) para ese año es de 33.80.

Que los índices de homicidios revisten la magnitud señalada por el Ministerio del Poder Popular para la Salud lo confirman las cifras obtenidas en el conteo real y objetivo de cuerpos del delito que anuncia el ministro del Poder Popular para Interior y Justicia el 28 de diciembre de 2013. La tasa real de homicidios para ese año es de 39 por cada 100 mil habitantes.

Hablemos claro: 39 por cada 100 mil habitantes es una cifra preocupante, la cual se debe reducir. Pero es casi la mitad de los 75.08 por cada 100 mil habitantes percibidos en la página 67 de la Encuesta del INE e inferior en 10 puntos a los 49 que nos atribuye Goldschein. Refleja una apreciable diferencia de 36 menos por cada 100 mil habitantes respecto de las cifras no reales, sino de percepción del INE.

Las cifras avaladas por los ministerios del Poder Popular para la Salud y de Interior y Justicia a partir del conteo objetivo de cuerpos son las verdaderas, y su divulgación por sí sola desactivaría gran parte de la insidiosa campaña de pánico incoada por medios de comunicación y ONG opositoras. A través de la masiva divulgación de una tasa de homicidios irreal y exagerada, parece que nuestro país hubiera sido víctima durante un quinquenio de una operación de guerra sicológica.

Las cifras verdaderas, objetivas y reales sobre la seguridad mejorarían la percepción de seguridad que, en gran parte, se funda en las primeras, pues no es lo mismo percepción de la inseguridad que ocurrencia real de delitos. Al respecto, Eleazar Díaz Rangel señala en Últimas Noticias (16/11/2011) que en Venezuela 27 por ciento de encuestados en 2010 dijo haber sido víctima de delitos, pero 64 por ciento afirmó que la inseguridad es el primer problema: la percepción sobre inseguridad supera el número de delitos reales en 37 por ciento y casi lo duplicaba, registrando la diferencia regional más alta entre percepción y victimización (Díaz Rangel, 2011).

La conclusión es obvia: debemos realizar una campaña masiva para difundir por todos los medios las cifras reales, verdaderas y objetivas de homicidios basadas en conteos objetivos de cuerpos, que nos asignan una tasa de entre 33.8 y 39 anuales por cada 100 mil habitantes. Venezuela ha sido sometida a una operación de guerra sicológica para multiplicar el riesgo-país. Denunciémosla y combatámosla con la verdad.