Apenas 26 años, sin antecedentes de cáncer y no fumadora. Los dos especialistas que Karen consultó la tranquilizaron, la bolita que tenía en el seno izquierdo era algo raro, sí, pero nada de qué preocuparse. Se equivocaron. Hay una falta de atención para las mujeres de menos de 30 años con cáncer de mama, a pesar de que representan 15 por ciento de los casos, señaló Ana Laura de la Peña, quien creó la fundación Abraza la Vida. La única en México dedicada a esa población, aseveró.

Médicos, investigaciones y tratamientos están enfocados en mujeres mayores. De hecho, las propias jóvenes desestiman la prevención, lamentó De la Peña.

Karen no. Ella detectó el bulto gracias a una autoexploración. Consultó a dos especialistas, que la tranquilizaron, le dijeron que no era nada, pero debían extirpar el nódulo. Después de la operación, fue cuando inició todo, recordó Karen. El cáncer de mama es el tumor que más muertes provoca en las mujeres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y el riesgo aumenta con la edad.

El tipo de cáncer de Karen era muy agresivo, así que habría que quitarle la mama y darle quimioterapia por seis meses, tratamiento que afectaría su fertilidad, así que antes de empezar congeló sus óvulos. Las pacientes jóvenes tenemos una vida sexual activa, pero la mayoría no hemos sido mamás.

Luego vino la etapa de diseñar un tratamiento; todos están probados en mujeres mayores de 40 años, el grueso de la población, pero con jóvenes, como Karen, el resultado es incierto.