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Periódico La Jornada
Domingo 16 de octubre de 2016, p. a20

Una de las formas más simples de saber cuáles autores son los favoritos es hacer una limpieza profunda de los libreros. Adiós a los libros que nada nos dijeron, aunque sean aquellos que dicen no deben faltar en los entrepaños. Así es como va quedando, no sólo un librero limpio, sino aquellos libros y autores que en verdad merecen estar ahí.

Cada uno sabe sus gustos. Los míos: Sándor Márai, Eduardo Galeano, Haruki Murakami (no todos), Michael Ende, Cornelia Funke, Neil Gaiman, Carlos Ruiz Zafón, mucha novela policiaca, un montón novelas infantiles y juveniles que, a mi no muy sano juicio, son las que están haciendo propuestas novedosas o al menos divertidas como los libros de Kevin Brooks, Antonio Malpica, Patrick Rothfuss o Ransom Riggs.

Quedan por supuesto los libros de mi infancia, ya todos maltratados de tantas veces que los leímos en casa, y otros sueltos como Flavia de los extraños talentos, de Ana Bradley; Una cuestión de tiempo, de Michael Hoeye; Corazón de jade, de Jordi Sierra i Fabra, o la serie de Harry Potter, incompleta por cierto. Otro libro suelto, aunque para adultos, es La catedral del mar, de Ildefonso Falcones.

Por eso lo que ha pasado en las recientes semanas es un poco alucinante: varios de estos autores han publicado nuevos libros, o al menos se han editado ya en español. Lo que no quise decir, de Sándor Márai; Material sensible, de Neil Gaiman; La ciudad desolada, de Ransom Riggs; Harry Potter y el legado maldito, de JK Rowling; John Tiffany y Jack Thorne, Herederos de la tierra, de Ildefonso Falcones, y El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón.

Lo que no quise decir, traducido al castellano por Mária Szijj y J.M González Trejo, son los dos primeros capítulos que por deseo de Márai fueron extraídos de la tercera parte de libro Confesiones de un burgués. Estos dos capítulos giran en torno a dos fechas capitales: el 12 de marzo de 1938, cuando la Alemania nazi se anexionó Austria, y el 31 de agosto de 1948, cuando el gran autor húngaro, acompañado de su esposa y su hijo, abandonó su país, entonces ya un satélite de la Unión Soviética, señalan los editores.

Desde las primeras páginas, Márai ayuda al extranjero a mirar lo que sucedía en ese momento en Hungría y, a partir de ahí, en el mundo, pero además hace reflexiones profundas sobre la literatura y el periodismo. Ser periodista y escritor en un país donde ya no podía serlo de manera libre. Un escritor, dice Márai, no es diferente de cualquier otro oficio, pero tanto un autor como un artista pueden percibir de mejor manera la realidad, mientras que el periodismo es una escuela excelente para los escritores. Él, como escritor y periodista, cuenta en este libro (publicado por Salamandra y distribuido en México por Océano) lo que ocurrió entre 1938 y 1948. El relato de los hechos, como él escribió en el primer capítulo.

Y ahora que escribo de artistas, escritores y periodistas recordé el discurso que Neil Gaiman ofreció a los graduados de la Universidad de Arte de Filadelfia en 2012, que puede verse en la siguiente liga https://www.youtube.com/watch?v=ikAb-NYkseI, y mejor aún, puede encontrarse en castellano publicado por la editorial Malpaso con el título Errores infalibles para (y por) el arte.

Da algunos pasos para ser (o no ser) un artista y habla sobre su proceso de creación, y el fracaso, temas que por cierto también toca en un podcast de la escritora Elizabeth Gilbert (mundialmente famosa por su libro Comer, rezar y amar, quien recientemente hizo público su divorcio de Felipe el personaje del libro –y la película– para después anunciar que estaba enamorada de su mejor amiga, enferma de cáncer, y que sí, que su divorcio había sido porque quería pasar el tiempo que le quedara al lado de ella. Pero bueno ese es otro chisme).

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De regreso a la idea previa, en ese podcast Gaiman habla también de ese proceso de creación y de lo que significa el fracaso y puede escucharse aquí www.maximumfun.org/magic-lessons/magic-lessons-ep-207-living-dream-and-facing-nightmare-featuring-neil-gaiman.

Por si fuera poco, acaba de llegar a la redacción su nuevo libro Material sensible, publicado también por Salamandra, donde el autor de Coraline reúne varios cuentos, entre ellos uno maravilloso titulado La durmiente y el huso. Hay criaturas que cazan, otras que recolectan. Las Sombras acechan. A veces, ciertamente, merodean. Pero sobre todo acechan. Este libro es sobre esas Sombras que no dejan dormir a quien lee. Se quedan ahí. Acechando.

Así como también acechan los huecos y los wights a los niños peculiares en La ciudad desolada, de Ransom Riggs, la segunda parte de El hogar de miss Peregrine para niños peculiares, cuyo lanzamiento hicieron coincidir con el estreno de la película basada en la primera parte de esta trilogía publicada por Planeta. Lo malo es que uno se queda picado y hay que esperar por la traducción o bien lanzarse a comprar el e-book de la tercera parte titulado Library of souls (Biblioteca de almas) y leerlo en inglés.

Y el que no hay que leer en inglés es Harry Potter y el legado maldito (Salamandra), que es la obra de teatro que se estrenó recientemente en Londres, que ocurre 19 años después del final de la saga del niño y después adolescente mago que pelea contra Voldemort.

Y si hablamos de continuaciones, ya está en librerías Los herederos de la Tierra, de Ildefonso Falcones, que es la segunda parte de La catedral del mar, publicada hace una década. En esos 10 años entre las dos novelas, Falcones publicó otras dos que quizá no son tan emocionantes como La catedral…, aunque sí se vendieron por millones. Lo que ocurrió con La catedral del mar es que fue un éxito de ventas por la recomendación entre lectores, lo mismo que sucedió con La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, tetralogía que concluirá en noviembre con la publicación del último libro: El laberinto de los espíritus (Planeta), el cual será presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Y para los amantes de la filosofía, si buscan en los puestos de periódicos podrán encontrar los primeros ejemplares de la Biblioteca Grandes Pensadores, de la editorial Gredos, a precios muy accesibles.

Entre los autores están Friedrich Nietzsche, Platón; Aristóteles, Cicerón, Séneca, San Agustín, René Descartes, David Hume, Voltaire y Ludwig Wittgenstein. Se publican en pasta dura, con un estudio introductorio, y están disponibles en todo el país.

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