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La traductora Anita Raja se ocultaba detrás de ese seudónimo, sostiene Claudio Gatti

Explica reportero cómo develó la identidad de Elena Ferrante

Seguir el rastro del dinero es la única técnica de la que disponía para desenmascarar una mercadotecnia cínica, asegura en Roma

El proceder del periodista italiano ha sido criticado como una invasión a la esfera privada de la autora

Investigación repugnante, responde la editorial E/O

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Claudio Gatti, reportero del periódico italiano Il Sole 24 Ore, ayer, durante la conferencia de prensa efectuada en la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma, donde relató cómo descubrió la identidad de la autora de bestsellers Elena Ferrante. Si no hubiese habido una mentira, mi instinto para el periodismo de investigación no se habría activado, argumentóFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de octubre de 2016, p. 2

Roma.

Revelar la identidad que se esconde tras el seudónimo de la escritora italiana Elena Ferrante ahonda en la comprensión de su trabajo y deshincha una mercadotecnia cínica que buscaba sostener un misterio, aseguró ayer en Roma el periodista Claudio Gatti, quien descubrió la identidad de la exitosa autora italiana.

Gatti, quien publicó sus conclusiones hace cinco días, aseguró que la autora escondida detrás de los betsellers que firma Ferrante es la traductora del alemán al italiano Anita Raja. Y para llegar a esta conclusión siguió el rastro que deja la riqueza.

Usé la única técnica que sirve: seguir el dinero, dijo en la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera, en Roma. Ya no hay más dudas de que Elena Ferrante es Anita Raja porque el dinero lleva a Anita Raja, señaló.

Infinitas conjeturas

Elena Ferrante es el seudónimo con el que la autora consiguió la fama mediante cuatro libros que forman una saga sobre dos amigas y su vida en Nápoles. El nombre de la escritora había sido objeto de infinitas conjeturas.

Su primer trabajo se publicó en Italia en 1992, pero el éxito internacional llegó hace unos pocos años.

Gatti descubrió que el creciente éxito de los libros de Ferrante iba aparejado a un incremento similar de la fortuna de Raja, como demuestran sus adquisiciones inmobiliarias y los pagos que hizo su editor. Los métodos del periodista, no obstante, han sido criticados como una invasión a la esfera privada de la autora.

Sin embargo, él dijo que estaba justificado después de que la editorial de Ferrante, E/O, publicó La Frantumaglia, colección de ensayos y cartas personales que daba a los lectores un vistazo a la vida privada de la autora, pero ofrecía claves que al periodista le parecían falsas.

Yo no arruiné ningún misterio, arruiné una mentira, dijo Gatti, recordando que muchos sospecharon de Raja, así como de su marido, el novelista Domenico Starnone. En Roma hasta las piedras lo sabían, que uno de ellos dos era la escritora, añadió.

Tras haber investigado durante décadas los sórdidos negocios de mafiosos, políticos corruptos o empresarios, de Raja dijo que era la primera vez que sentía pena por revelar su identidad. Además, se confesó un verdadero fan de sus libros.

La Ferrante de verdad, dijo, es sinceramente tímida y está sinceramente convencida de que su trabajo debería hablar por sí solo, según indicó Gatti sobre Raja. Dicho esto, ella también entró en el juego con su editor, agregó.

Rechaza acusaciones de machismo

Claudio Gatti negó las acusaciones de machismo tras haber perseguido a una autora de una forma tan implacable. El periodista aseguró que la cuestión de género jamás fue un tema, sobre todo porque al inicio las posibilidades de que fuera hombre eran de 50 por ciento, ya que también se podría haber tratado de su marido Starnone.

Si la editorial E/O no hubiese publicado La Frantumaglia (en Italia salió en 2003) y en inglés comenzará a circular en noviembre, Gatti no habría husmeado en el asunto. Si no hubiese habido una mentira, mi instinto para el periodismo de investigación no se habría activado, aseguró.

Pero tras percatarse de que era bastante sencillo conectar a Raja con Ferrante, el periodista defendió el valor de sus esfuerzos a la hora de investigar la complicada historia familiar de la autora, porque conocer el pasado de un artista ensalza la comprensión de su trabajo, si no el trabajo en sí mismo.

Ni Raja ni E/O han confirmado hasta el momento las conclusiones de Gatti. Los editores tan sólo publicaron el lunes un comunicado en el que califican lo hecho por Gatti de repugnante por tratar como criminal a un gran autor, amado y celebrado tanto dentro como fuera.