Vientiane, Laos.

El presidente filipino, Rodrigo Duterte, lamentó que el insulto que profirió a su homólogo estadunidense, Barack Obama, haya provocado que éste cancelara un encuentro bilateral previsto para este martes en Laos, donde se inauguró la cumbre de la Asociación de Estados del Sureste Asiático.

Obama canceló la cita después de que Duterte afirmó: insultaré a ese hijo de puta, en referencia al mandatario estadunidense, si éste se atrevía a cuestionar la política antidrogas de su gobierno.

Defensores de derechos humanos acusan a Duterte de permitir el funcionamiento de escuadrones de la muerte. Según datos de la policía filipina, más de mil consumidores de droga y narcotraficantes murieron a manos de los agentes entre el 1º de julio y el 4 de septiembre. La policía también reportó mil 391 muertes en el mismo periodo, que aún son investigadas. El mandato de Duterte comenzó en junio pasado.

Si la causa inmediata (de la cancelación) fueron mis fuertes comentarios a ciertas preguntas de la prensa que provocaron preocupación y molestia, lamentamos que se entendiera como un ataque personal al presidente estadunidense, indicó Duterte en un comunicado.

Agregó que espera reunirse con Obama en otra ocasión para limar diferencias sobre prioridades y percepciones nacionales y para trabajar de forma responsable para los dos países. Observadores dijeron que es improbable que el mandatario estadunidense quiera reunirse con él en el tiempo que le queda como presidente, y que termina en enero próximo.

Claramente es un tipo peculiar, declaró Obama al enterarse de las declaraciones cuando estaba en China y próximo a partir a Laos. El estadunidense reconoció el problema del tráfico de drogas en Filipinas y otros países del mundo, pero defendió la necesidad de combatirlo conforme al derecho internacional. Tras las declaraciones de Duterte, suspendió el encuentro con el mandatario filipino y anunció que en su lugar se reuniría con la presidenta sudcoreana, Park Geun-huye.