Opinión
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Infancia y sociedad

Fidel Castro y los niños

U

na de las grandes lecciones que nos ha dado la revolución cubana es que el cuidado de los niños depende de voluntad política, más que de recursos económicos. A pesar de carencias y bloqueo, la Cuba de Castro en poco tiempo acabó con la mendicidad infantil, la desnutrición y la falta de salud, y hay escuela para todos los niños.

Como propuso Martí, en Cuba con Fidel los niños llegaron a ser los privilegiados. Hace ya más de cuatro décadas que las tasas de mortalidad infantil en la isla están entre las más bajas del mundo, con países como Suecia, Finlandia, Alemania o Francia. Dicen expertos que la TMI (tasa de mortalidad infantil: número de niños muertos por cada mil nacidos) es el indicador más fidedigno de la calidad de vida de un país. Los niños cubanos son los mejor cuidados de toda América Latina. De ahí se sigue que el capitalismo es un sistema inadecuado para nuestros países, porque para reproducirse necesita perpetuar la pobreza, empezando por el abandono de la infancia. Fidel Castro, como el gran estadista de América Latina, supo siempre que en el bienestar de la niñez está el verdadero desarrollo.

Los jóvenes de mi generación agradecemos al comandante Castro haber enriquecido nuestro tiempo con la alegría y esperanza de las utopías, que tanta falta hacen hoy a los jóvenes.

¡Malas noticias!

En contraste, una breve mirada a la prensa reciente sirve para medir la devastación que causa el capitalismo neoliberal en México: según el Unicef, 99 de cada 100 niños indígenas viven en la carencia; en la pobreza hay millones de menores casados y con hijos. Son ellos –los desheredados del petróleo– quienes, en cambio, heredarán una deuda externa superior a 16 mil millones de dólares. Sólo de intereses hay que pagar 1.3 billones (de pesos de hoy) de aquí a 2115. La deuda externa del país se ha incrementado con Enrique Peña Nieto en unos 3 billones de pesos. ¿Y dónde están? A saber.

Por su parte, la Ssa constata que aumenta con rapidez el suicidio de adolescentes y jóvenes mexicanos. El presupuesto para atender a menores de cinco años se ha estancado, según el BID. Más de un millón de menores trabajan sin pago en México. La OIT señala que hay una cifra oscura en las estadísticas de menores explotados que, además, no van a la escuela. Entre 2000 y 2013, cada año 407 mil adolescentes dieron a luz y el mes pasado dos mujeres pidieron de rodillas a Osorio Chong que aparezcan sus hijas. Hay una epidemia de desapariciones: 7 mil niños y jóvenes no localizados, según la Secretaría de Gobernación.

¡Bravo por los maestros¡ Los únicos que están teniendo el valor de decirle al gobierno ¡basta!