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Señala posibles sanciones de la UE y un nuevo brote de crisis económica en España

En tono mediocre y de chantaje, Rajoy advierte de los riesgos si no hay investidura

Sin los seis votos que le faltan para la mayoría absoluta, se ve imposible que forme gobierno

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Mariano Rajoy, presidente del gobierno español en funciones, se presentó ayer en el Congreso de los Diputados, en Madrid, y pidió le brinden la confianza necesaria para formar gobierno y evitar la convocatoria a una tercera jornada de eleccionesFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de agosto de 2016, p. 31

Madrid.

Mariano Rajoy, aspirante a la relección en la presidencia del gobierno por el derechista Partido Popular (PP), advirtió de los riesgos que tendría para España no alcanzar un consenso para la investidura y, por tanto, tener que convocar a las terceras elecciones generales en menos de un año.

El presidente en funciones subrayó cuatro puntos: un nuevo brote de crisis económica, las sanciones de la Unión Europea (UE) por no cumplir con los criterios del déficit público, el daño a la imagen nacional e internacional del país y la amenaza secesionista de Cataluña.

En tono cansado y sin ilusión, según algunos legisladores, Rajoy compareció ante el Congreso para tratar de convencer a los 350 diputados de que le otorguen la confianza para ser investido presidente del gobierno.

Rajoy se presentó a la cita con la firma de un pacto con las formaciones Ciudadanos y Coalición Canaria (CC), con lo que en cualquier caso no alcanzaría la mayoría absoluta requerida para ser investido. Los 137 escaños del PP, más los 32 de Ciudadanos y uno de CC dan un total de 170 diputados, cuando la mayoría absoluta requiere de 176.

El objetivo de Rajoy es sumar el apoyo de seis diputados más o, en su defecto, que 11 se abstengan en una segunda votación, para ser elegido por mayoría simple, tal como establece el reglamento.

Rajoy esgrimió tres motivos por los que se presentó a la investidura: porque España necesita urgentemente un gobierno, porque la ciudadanía no entendería que por segunda vez se disolvieran las cortes y se convocara a comicios ante el fracaso de la clase política para sacar adelante un gobierno y porque, a su juicio, no hay otra alternativa de gobierno en virtud de los resultados electorales del pasado 26 de junio.

En este escenario, y si se cumplen las advertencias del resto de partidos políticos, la investidura de Rajoy será rechazada en primera y segunda votación, con lo que a partir del 2 de septiembre se abrirá un periodo de dos meses para explorar nuevas candidaturas o que la actual sume nuevos apoyos. Si nada de esto se logra se convocaría de nuevo a elecciones.

La otra alternativa de gobierno que está sobre la mesa, pero que al día de hoy es muy complicada, estaría formada por una coalición de cinco grupos políticos: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 85 escaños; Unidos Podemos, con 69; Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), con nueve; Fundación Democracia y Libertad, con nueve; y Bildu, con dos.

Rajoy hizo un llamado especial al resto de grupos políticos constitucionalistas para unirse ante el principal desafío que tiene hoy España y que es la amenaza de la secesión por Cataluña, que, a su juicio, mutilaría la soberanía nacional y rompería el principio de igualdad de los ciudadanos españoles. Las réplicas del debate se harán este miércoles, para después votar la investidura.

Todos los partidos políticos de oposición, incluido Ciudadanos, que firmó el acuerdo de investidura, expresaron su sorpresa y malestar por el tono cansado, aburrido y soporífero del discurso de Rajoy. Antonio Hernando, del PSOE, señaló que fue un discurso de un candidato cansado, con un proyecto continuista, que no tiene credibilidad. Además de hacer autobombo y complaciente.

Íñigo Errejón, representante de Unidos Podemos, señaló que el tono fue mediocre y de chantaje, pues advierte que, o elegimos a Mariano Rajoy, o vendrá el caos. El representante de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, reconoció la sorpresa de su grupo ante una falta de fe que no entendemos, de un discurso sin la energía ni la ilusión necesaria para ser investido. Incluso advirtió que desde Ciudadanos animamos a Rajoy a que confíe más en su candidatura. El representante del PNV, Aitor Rivero, fue más duro y tildó el discurso de rancio y mediocre.