Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de agosto de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Los de abajo

Lucha en la Montaña

N

acieron hace 22 años al fragor del movimiento indígena nacional. Apenas unos meses antes, los pueblos originarios de Chiapas protagonizaban el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), dando a conocer al mundo sus demandas. En las montañas de Guerrero los me’phaa, na savi, nahuas y ñomndaa tenían sus luchas propias. Venían marcados por las batallas de la Independencia, la Revolución, la guerra sucia y, un par de años antes, por las protestas contra los festejos de los 500 años del descubrimiento de América, al que ellos bien nombraron invasión.

En este contexto, un pequeño grupo de defensores empezó a absorber la sabiduría, los testimonios y la fuerza de estos pueblos, sembrando así la semilla de lo que se conocería en 1994 como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.

Los agravios contra los indígenas de Guerrero son históricos, como histórica es su lucha. Olvidados por el Estado, han tenido que poner el cuerpo en sus múltiples batallas, mientras desde el poder se les ha atacado con las armas del Ejército y con cuanta policía se crea. Aquí, sin embargo, las violaciones a los derechos humanos no derivan sólo de los actos represivos, pues la falta de justicia, la pobreza extrema, la democracia inexistente, el despojo, la burla y el olvido son los principales agravios.

Acompañar a estos pueblos en sus momentos más difíciles no debe ser fácil. Hace dos años, con la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Tlachinollan enfrentó una de las pruebas más difíciles y dolorosas. Hoy sigue caminando a su lado, mientras otros van y otros vienen (de los segundos cada vez menos).

La alegría por el festejo del 22 aniversario es de los pueblos, porque sin ellos no se entiende Tlachinollan. Se trata de una simbiosis fundamental para enfrentar la peor embestida contra los derechos humanos que se ha vivido en México.

Tlapa, el corazón de la Montaña, alojará el festejo como aloja a Tlachinollan. Pueblo indignado. Resistir con el corazón por delante es el nombre del informe que presentan, un documento que es un reconocimiento a las resistencias y que desenmascara la realidad en Guerrero como el estado más violento; con los índices de homicidio y crímenes graves más altos; donde las instituciones están cooptadas por el crimen organizado y las autoridades federales no tienen respuesta para la población.

La reflexión sin la movilización no se entiende. En el aniversario 22 se abre el espacio para ambas. Debate, celebración espiritual, marcha y fiesta enmarcan hoy los retos que vienen. Que no son pocos.

www.desinformemonos.org.mx