Opinión
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Ciudad Perdida

Tensión en el gabinete

¿Cambios o premios?

Los tiempos del gobernante

L

a tensión por los cambios en el Gobierno de la Ciudad de México no cesa; por el contrario, como nadie está seguro de que lo anunciado en días pasado sea todo, y como la guerra de todos contra todos empieza a hacer daño a la administración local, algunas indiscreciones han puesto en punto de ebullición el ambiente en las oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Y aunque ya se ha dicho que los nombres de los seis posibles designados por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México se darían a conocer en septiembre, los nombres han fluido, y sean o no simples especulaciones, guardan cierta lógica y parecen responder a las necesidades que manifiesta el gobierno, aunque algunas otras parecen mostrar desviaciones al mandato de gobernar por la izquierda.

O bien, para vergüenza del futuro, quienes aconsejan a Miguel Ángel Mancera hallaron una honrosa puerta de salida para la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, quien pese a que no entiende nada de lo que sucede en la ciudad, dicen hasta sus más cercanos colaboradores, será una de las mujeres que enviará Mancera a la Asamblea Constituyente, con lo que el propio jefe de Gobierno libera un problema que se hacía cada vez más difícil.

A la Secretaría de Gobierno, entonces, arribará, como ya hemos dicho, José Ramón Amieva, actual titular de Desarrollo Social, quien seguramente cumplirá a cabalidad con uno de los encargos de mayor responsabilidad dentro de la gestión actual. Esa es, digamos, la buena noticia. La mala es que, a pesar de todo, Miguel Ángel Mancera piensa poner en manos del representante más conspicuo de la derecha neoliberal dentro de su gabinete, Salomón Chertorivski, las ayudas, los apoyos a la gente más necesitada de la capital del país.

Ese sería, en caso de ser cierto, un golpe bajo para los citadinos, pero sobre todo sería un disparo en la pierna para el propio jefe de Gobierno. Cherto significa una enorme contradicción política porque sería forzar hacia la derecha la voluntad expresada en las urnas, de las mayorías en la ciudad, que decidieron votar por la izquierda. El golpe estaría en la memoria política de todos.

También se habla de que Manuel Granados iría a la constituyente, aunque lo que no queda claro es si tendría que abandonar la Consejería Jurídica del gobierno. Granados es ahora uno de los personajes cercanos a Mancera, y ese acomodo se considera una certeza porque ayer mismo, en una reunión secreta en la Procuraduría General de Justicia de la ciudad, se habló, según nos cuentan, de nuevas responsabilidades. Para qué decir más.

Un refresco en el área de justicia, más que necesario, podría funcionar como la posibilidad de ajustar ciertas cosas que se han ido aflojando, y que son de suma importancia para el jefe de Gobierno, que proviene precisamente de esa área de la administración, por lo que renovar para mirar nuevos horizontes no parece una locura, claro, con Rodolfo Ríos a la cabeza.

Total, se den o no los cambios, la radiografía de lo que se dice y pasa en el gobierno central, y claro, en las calles de la capital, es más o menos como hemos escrito arriba, y la urgencia de esos cambios, es decir, cuándo podrían realizarse, es una decisión que está en los tiempos políticos del jefe de Gobierno. Nada más.

De pasadita

Curiosa la encuesta que realizaron la Seduvi y la UNAM para saber dónde quiere la gente que el gobierno invierta el presupuesto. Los habitantes de la ciudad que fueron entrevistados señalaron con claridad cuáles son sus prioridades, pero lo más curioso del asunto es que sólo uno de los casi mil quinientos encuestados habló de invertir en ciclovías u otras obras en favor de las bicicletas. La pregunta salta: ¿para qué se mandan hacer encuestas si nadie les va a hacer caso? ¿O sí?