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La galería Óscar Román convocó a 27 creadores para integrar la muestra Fénix

Artistas reproducen obras desaparecidas de pintores como Kahlo, Picasso y Klimt

Con la exposición y su catálago correspondiente, el espacio celebró 25 años de existencia

Foto
Manzanas, melocotones, peras y uvas (1880), pertenecía a la colección de un particular y fue destruida por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. En la imagen, Alejandro Arango, cuyo interés al interpretar la pieza fue la esencia y el espíritu del gran maestro Paul CezanneFoto tomada del catálogo
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de agosto de 2016, p. a10

La galería Óscar Román celebró sus 25 años en fechas recientes con una propuesta novedosa. Su director, Óscar Román, tuvo a bien rescatar algunas de las obras artísticas destruidas en el siglo XX, ya sea por las guerras o en algún incendio, incluso algunas que fueron robadas, de las cuales se desconoce el paradero.

Así que se dio a la tarea de buscar cuáles de las piezas perdidas más emblemáticas contaban con algún registro, ya sea una fotografía, una imagen o un grabado. Los registros fueron presentados a una serie de artistas allegados a la galería, que escogieron una obra, la cual, a su vez, investigaron para reproducirla, más que intervenir, aunque hubo casos.

La mayoría cobró vida en su técnica original, aunque un retrato de Trude, hija de la coleccionista vienesa Jenny Steiner, realizado en 1900 por Gustav Klimt, fue reproducido por Gustavo Salmones en talla en madera, mientras Arturo Arvizu lo hizo en óleo.

La exposición Fénix comprendió el tributo de 27 artistas mexicanos. Leda (1917), también de Klimt, óleo recreado por Irma Gutiérrez, fue destruido en un incendio tras la retirada de las fuerzas alemanas en 1945, en Schloss Immendorf, Austria. El mismo cuadro fue reproducido por Carlos Marín, pero a la manera de un relieve en cerámica con óxido.

Jardín de crucifijo (1911-1912), asimismo de Klimt, fue recreado por las pincelas de Gabriel Guerrero. Otro cuadro de Klimt, Las amigas (1916-1917), destruido en el incendio del castillo de Immendorf en 1945, fue recuperado por Laura Quintanilla. Agustín Portillo y Agustín Castro López trabajaron al alimón en la reproducción de Schubert al piano, igualmente de Klimt.

Del cuadro Cinco mujeres bailando, de Edgar Degas, Jazzamoart expresa: El reto de pintar una pieza de otro autor, y sobre todo si ésta ya no existe, es la confrontación con uno mismo, con su trabajo y oficio, para resolver y reinterpretar los conceptos estéticos y emocionales de otro creador por medio de su propio filtro, cernidor del arte y lenguaje visual, para así, abordar temas aparentemente ajenos, pero que al final tienen que ver con la vida, la humanidad, el arte... y eso nos hermana a todos los artistas en la historia.

Paco Macías recreó digitalmente la desaparecida pintura La mesa herida, de Frida Kahlo, con base en una de las dos fotografías existentes. Adelia Sayeg trabajó en bronce la escultura Der Neue Mensch, de Otto Freundich. Manuel Centeno revivió el cuadro Komposition Geometrisch, de Pablo Picasso.

El proyecto de la fotógrafa Lourdes Almeida consistió en reproducir lugares destruidos en Nuremberg por la guerra. Al respecto, escribe: En el caso de la fotografía había complicidad, porque no podía reproducir algo que no tenía en negativo; de allí surgió mi idea de utilizar archivos que tenía en postales que había comprado en Nuremberg. Para poder ilustrar la destrucción busqué archivos en Internet.

La totalidad de la obra se muestra en el catálogo publicado con motivo del aniversario.