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El compositor organiza el ciclo Laberintos sonoros que se desarrolla en el Cenart

México vive un periodo florido en la creación musical, opina Torres Maldonado

En Francia e Italia se habla de estudiar nuestro modelo de apoyo a la cultura, señala en entrevista con La Jornada

El siguiente gran paso es la internacionalización, estima

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Uno se forma músico porque ama lo que hace y cree en ello. Y si eso se pierde de vista, sería mejor que se hubiese dedicado a la medicina; haría un bien a la humanidad, afirma Javier Torres Maldonado en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de julio de 2016, p. 3

En el terreno de la creación musical México vive un periodo florido, afirma el compositor Javier Torres Maldonado (Chetumal, Quintana Roo, 1968), quien desde hace casi 15 años ejerce la docencia en conservatorios y escuelas superiores de música en Europa.

Hay muchos compositores mexicanos en el extranjero y gran parte de ellos trabaja muy bien. Es claro que la inversión que las autoridades ha hecho, y hablo no sólo desde el punto de vista económico, permiten que nuestro país sea muy dinámico en la creación contemporánea, explica.

“Los autores nacionales tenemos mucha idea de lo que pasa en otras latitudes, de las vanguardias. Además, contamos con muchas cosas que otros países no tienen, como instituciones. Realmente, en algunas naciones de Europa, como Francia e Italia, se habla de estudiar el modelo mexicano de apoyo a la cultura.

Esto significa que no todo está equivocado en México, se diga lo que se diga. Por eso me siento muy orgulloso; por eso la música mexicana, sobre todo la creación contemporánea, gana mucho prestigio.

Residencia artística en el Cenart

Maestro del Conservatorio de Parma, Italia, Torres Maldonado está en el país para desarrollar una residencia artística en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), como parte de la cual organizó en ese espacio el ciclo internacional de música Laberintos sonoros, que comenzó el pasado lunes con un seminario magistral de composición y concluirá el 30 de julio.

En entrevista con La Jornada, el autor sostiene que el siguiente gran paso para el arte sonoro mexicano es la internacionalización, aunque aclara que esto no significa que los creadores estén encerrados en nuestras fronteras.

Hace falta, precisa, trabar más contacto con los ambientes europeos de vanguardia, pues son los que van más allá de las instituciones y las modas, y no sólo con los de Estados Unidos.

De acuerdo con Torres Maldonado, el país es muy dinámico en la creación musical contemporánea; incluso resalta que en Italia, donde reside, no se tiene algo similar, a pesar de que existe enorme tradición y los compositores salen formados de manera excepcional, mejor que en Francia y Alemania.

Pero después no tienen nada; es un desierto. Están los conservatorios, la formación, pero después se tienen que ir, porque el país no les ofrece absolutamente nada. Están desperdiciando las mejores energías. Están sentados en una mina de oro y la tiran al exterior, considera.

Esto no sucede, por fortuna, en México, aunque hay mucho por hacer, en particular desde el punto de vista de la formación. Habría que trabajar más en la calidad de la enseñanza, sobre todo la tradicional.

Los estudiantes de la especialidad, por ejemplo, ya no saben de la fuga ni trabajan bien el contrapunto, cuando son elementos esenciales, advierte.

Para el autor, la composición es una especie de artesanado muy sofisticado que se hace todos los días y que es perfectible siempre, y comenta que tal consideración lo ha obligado a disminuir su producción en años recientes, porque se ha vuelto muy exigente.

Se asume crítico de los compositores que estrenan una pieza tras otra, entre los cuales incluye a autores muy conocidos, algunos son mexicanos, que hacen 15 y hasta 20 estrenos al año, una infinidad de producciones discográficas y mil cosas más.

“¡Qué bueno que lo estén haciendo! Pero esto daña mucho la calidad del trabajo que hacen. Que un compositor sea conocido y se toque mucho nada tiene que ver con la calidad de su obra.

Creo que uno no se vuelve músico para hacerse famoso, por dinero o tener prestigio. Eso no tiene sentido. Un músico se forma tal porque ama lo que hace y cree en ello. Y si eso se pierde de vista, sería mejor que se hubiese dedicado a la medicina, porque haría un bien a la humanidad.

Ciclo Laberintos sonoros

Además del seminario magistral de composición, en el cual participan 12 autores de varios puntos del país, el ciclo internacional Laberintos sonoros incluye clases y conferencias magistrales, mesas redondas y conciertos, todos relacionados con la música contemporánea, así como la proyección de dos películas basadas en el arte sonoro.

Participan compositores extranjeros, como Iñaki Estrada, del Conservatorio Superior de Castilla y León, de España, y Gabriele Manca, del Conservatorio de Milán, Italia.

Asimismo, de los grupos Dynamis Ensemble, de Italia, y el Ensamble Taller Sonoro, de España, el cual seleccionará tres o cuatro obras de los compositores participantes en el seminario para estrenarlas en Sevilla, en 2017.

Informes de la programación en la página de Internet www.cenart.gob.mx.