Mundo
Ver día anteriorSábado 16 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Investigan autoridades francesas si el agresor actuó por cuenta propia o tiene cómplices

Se incrementa a 84 el número de muertos por el ataque en Niza

Unos 50 heridos se encuentran en estado crítico, informa el presidente Hollande

Anuncia París que se intensificarán sus actividades bélicas en Siria e Irak

Foto
Cientos de personas colocaron ayer en Niza una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas. Los reportes más recientes señalan que 10 niños perdieron la vida, quienes acudieron con sus familias a ver los fuegos artificialesFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de julio de 2016, p. 21

París.

Autoridades francesas trataban de establecer este viernes si el hombre que mató a por lo menos 84 personas y lesionó a más de 200, al arrollar con un camión a una multitud que celebraba en Niza el día de la toma de la Bastilla, actuó por cuenta propia o tiene cómplices, pero consideraron que el ataque tiene el sello del islamismo radical.

Luego de visitar a algunos heridos, el presidente francés, François Hollande, confirmó el número de víctimas mortales e indicó que unas 50 personas se encuentran en estado crítico, entre la vida y la muerte, tras el atentado del jueves que cobró también la vida de 10 menores. Había un montón de niños pequeños, quienes habían venido con sus familias a ver un espectáculo de fuegos artificiales, manifestó.

El ataque, con un camión de 19 toneladas que fue alquilado el 11 de julio, se registró en el Paseo de los Ingleses, rambla costera de Niza, al concluir los fuegos artificiales, los cuales fueron presenciados por cientos de personas.

El agresor avanzó dos kilómetros sembrando caos y muerte; enseguida disparó varias veces, hasta que fue abatido por las fuerzas de seguridad. Cambió de trayectoria al menos una vez, indicó en rueda de prensa el fiscal de la lucha antiterrorista, François Molins, lo cual, apuntó, significa que claramente trató de causar un máximo de víctimas.

Un motociclista trató de detener el camión abriendo la puerta del conductor, pero finalmente fue arrollado, explicó el periodista alemán Richard Gutjahr, quien presenció la escena desde el balcón de un hotel.

Entre las víctimas hay al menos 17 extranjeros: tres alemanes, dos estadunidenses, tres tunecinos y tres argelinos. Franceses y muchos otros procedentes de todos los continentes, enfatizó Hollande.

Por el momento se desconocen las motivaciones del conductor del camión, Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, de 31 años, y padre de tres hijos, casado con una francotunecina. Molins dijo que el hombre fue identificado por su licencia de conducir y una tarjeta bancaria que dejó en el automotor, junto con un teléfono móvil, pero no se encontró ningún escrito en el que reconociera el atentado. En el transporte se hallaron dos pistolas automáticas y armas falsas.

Las autoridades revisan tomas de cámaras de seguridad para identificar correctamente al atacante, mientras el aeropuerto de Niza fue reabierto.

Lahouaiej-Bouhlel es descrito por sus vecinos como taciturno y violento con su mujer. Los investigadores sospechan que era una persona desequilibrada, influenciada por la propaganda yihadista y no era miembro de una célula terrorista organizada.

Mohamed Lahouaiej-Bouhlel nació en la ciudad tunecina de Susa y era residente en Niza. Según reportes, se encontraba en proceso de divorcio. En el barrio donde vivía, varios vecinos lo describieron como solitario y callado. Nunca se le vio en la mezquita.

Para el fiscal de la lucha antiterrorista, el atentado, aún no reivindicado, corresponde con los llamados a matar de varios grupos islamitas, si bien matizó que Lahouaiej-Bouhlel era totalmente desconocido para los servicios de inteligencia. Nunca había estado fichado ni mostrado el menor signo de radicalización. No obstante, era conocido de la policía y la justicia por su historial de amenazas, violencia, robo y degradaciones cometidos entre 2010 y 2016.

El primer ministro francés, Manuel Valls, consideró que Lahouaiej-Bouhlel era un terrorista, sin duda relacionado con el islamismo radical de una forma u otra. Sí, es un acto terrorista y vamos a ver qué complicidades hay, comentó a la cadena France 2 al declararse convencido de que Francia ganará la guerra contra el terrorismo y el islam radical.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, no confirmó que haya una relación entre el autor y el islam radical, en contradicción con declaraciones de Valls, en una entrevista del canal de televisión TF1.

El presidente Hollande, quien habló por teléfono con la primera ministra británica Theresa May, el mandatario estadunidense Barack Obama y la canciller alemana Angela Merkel, quienes le expresaron su apoyo, se refirió también a un ataque cuyo carácter terrorista no puede ser negado.

Toda Francia está amenazada por el terrorismo islámico. Está claro que debemos hacer todo lo posible por luchar contra ese flagelo, subrayó. Anunció la intensificación de las actividades francesas en Siria e Irak.

Hollande dijo en la conversación con sus homólogos que es importante la colaboración entre Francia y Estados Unidos para defender los valores de la democracia.

El gobierno francés decretó luto nacional, que se mantendrá hasta el lunes. Francia deberá convivir con el terrorismo y debemos unirnos, expresó Valls, quien indicó que la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, va a reforzar los recursos militares contra el Estado Islámico (EI) en la reunión de ministros de Defensa del 20 de julio en Washington.

A petición de Francia, la lucha antiterrorista se añadió a la agenda de los 28 ministros de Exteriores de la Unión Europea, que se reunirán el lunes en Bruselas, mientras el estado de emergencia decretado tras los atentados del 13 de noviembre, que debía finalizar en 15 días, fue prolongado tres meses.

El del jueves es uno de los ataques más sangrientos cometidos en Europa en años recientes, el segundo peor en Francia tras los de noviembre en París, cuando varios suicidas del EI mataron a 130 personas. Antes, Francia fue golpeada por el extremismo en atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado kósher, que dejaron 17 decesos en enero de 2015.